La bolsa brasileña acusa la victoria de la izquierda en las municipales

Caída de la bolsa, subida del oro y del dólar fueron las primeras reacciones de la economía ante el espectacular avance de la izquierda en las elecciones municipales celebradas el pasado domingo en Brasil. Dentro del aparato de poder, entre el Gobierno, gobernadores y el gubernamental Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) se ha desencadenado un tiroteo de acusaciones en un intento de buscar chivos expiatorios. Al mismo tiempo sigue abierta la crisis por las huelgas de los petroleros y la siderurgia.

Las bolsas brasileñas reaccionaron con una caída ante el resultado de las ...

Caída de la bolsa, subida del oro y del dólar fueron las primeras reacciones de la economía ante el espectacular avance de la izquierda en las elecciones municipales celebradas el pasado domingo en Brasil. Dentro del aparato de poder, entre el Gobierno, gobernadores y el gubernamental Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) se ha desencadenado un tiroteo de acusaciones en un intento de buscar chivos expiatorios. Al mismo tiempo sigue abierta la crisis por las huelgas de los petroleros y la siderurgia.

Las bolsas brasileñas reaccionaron con una caída ante el resultado de las elecciones municipales, que significan un fuerte avance de la izquierda en las regiones más desarrolladas de Brasil. La Bolsa de Río de Janeiro cayó un 4,6%, mientras que la baja fue de un 6% en Sâo Paulo, donde la victoria de la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Luiza Erundina, se confirma a medida que avanzan los cómputos. Al mismo tiempo la cotización del dólar en el mercado paralelo se disparó y subió de 800 a 850 cruzados. También subió la cotización del oro.Esto indica el temor producido por el avance de la izquierda, sobre todo del PT. Éste es un partido de fuerte contenido ideológico, más radical que el populismo de izquierda que representa el ex gobernador de Río de Janeiro Leonel Brizola.

Erundina, en sus declaraciones tras la victoria, trata de tranquilizar a las clases medias de Sâo Paulo y se esfuerza por mostrar una imagen moderada. La alcaldía de Sâo Paulo será una piedra de toque para el PT y su capacidad de gobernar. El miércoles un alto funcionario municipal de Sâo Paulo decía a los del PT que circulaba por la alcaldía una frase que encierra todo un programa: "Chicos, a partir de ahora menos Marx y más Maquiavelo".

Sin duda van a necesitar muchas dosis de Maquiavelo los que desde el 1 de enero regirán la ciudad más poblada de América del Sur. Según analistas económicos, Sâo Paulo está quebrada. No coinciden las cifras sobre el volumen de endeudamiento. Unas hablan de 1.200 millones de dólares (más de 135.000 millones de pesetas) y otros elevan esa cifra hasta 3.200 millones de dólares. El crecimiento de Sáo Paulo exige cada año 200 kilómetros de calles nuevas. Erundina recibirá en herencia varias obras faraónicas inacabadas. Si el municipio las corta, se verá obligado a pagar fuertes sumas a las empresas constructoras. Para complicar más las cosas, la futura alcaldesa tendrá que luchar contra un gobernador del Estado, Orestes Quercia (PMDB), resentido por la derrota de su candidato a alcalde, que arruinó sus esperanzas presidenciales. Erundina tendrá también en contra al Gobierno nacional, que, en un año de elección presidencial, no dará la menor facilidad a la izquierda en los municipios y tratará de desprestigiarla agotando las posibílidades de asfixia económica.

Para afrontar esta situación, Erundina estará apoyada por el FIT, sigla que cobija a toda una sopa de letras que va desde una izquierda socialista ilustrada y un fuerte movimiento sindical hasta unas cinco tendencias trotskistas y casi tantas marxistas-leninistas.

Expertos en entomología política distinguen en el PT la corriente articulación, a la que pertenece el presidente y candidato presidencial Luiz Ignacio Lula da Silva; más a la izquierda, el grupo de Luiza Erundina, llamado PT en Sâo Paulo; y luego, en la extrema izquierda, toda clase de grupúsculos y sectas conocidas como shiítas.