Creador de lo nuevo
La vida profesional de Leo Castelli ha estado y sigue estando en trabajar detrás de los jóvenes artistas que ensayaban nuevas formas de expresión. Con un olfato seguramente traído de su Triestre natal, Castelli ha puesto en la órbita comercial a casi todos los artistas actuales norteamericanos.Para que una obra le interese, Castelli prescinde de teorías sobre lo bueno o lo malo, y se fía de su instinto. Entonces apoya a ese artista hasta el final. Empezó a darse a conocer como galerista con la llamada Exposición de la calle 9, realizada en Nueva York en 1956, en la que presentaba a 61 a...
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La vida profesional de Leo Castelli ha estado y sigue estando en trabajar detrás de los jóvenes artistas que ensayaban nuevas formas de expresión. Con un olfato seguramente traído de su Triestre natal, Castelli ha puesto en la órbita comercial a casi todos los artistas actuales norteamericanos.Para que una obra le interese, Castelli prescinde de teorías sobre lo bueno o lo malo, y se fía de su instinto. Entonces apoya a ese artista hasta el final. Empezó a darse a conocer como galerista con la llamada Exposición de la calle 9, realizada en Nueva York en 1956, en la que presentaba a 61 artistas abstractos en los que ni críticos ni coleccionistas creían y que la mayor parte de ellos llegaron a ser considerados por quienes antes los rechazaron.
Más de treinta años después, Castelli sigue buscando nuevos creadores y, por ello, viaja incansablemente por Europa -"En España, Italia y Alemania hay artistas muy interesantes"-, aunque su actividad se centra especialmente en Estados Unidos.