Dukakis se sube al tanque electoral

El candidato demócrata trata de disipar la idea de que es débil en temas de defensa

Michael Dukakis logró esta semana la imagen más televisiva de la campaña presidencial al subirse a un carro de combate M-I, de 60 toneladas, en un esfuerzo por demostrar que no se opone a "todos los sistemas de armas desde la honda", como le acusa George Bush. Al bajarse del carro preguntó si lo había hecho bien. El 40% de los votantes cree que el gobernador de Massachusetts, que hizo la mili en Corea, debilitaría las defensas de EE UUY si no persuade de lo contrario a un electorado militarizado e hiperpatriótico tras ocho años de reaganismo, que se cree la propaganda de Bush que descri...

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Michael Dukakis logró esta semana la imagen más televisiva de la campaña presidencial al subirse a un carro de combate M-I, de 60 toneladas, en un esfuerzo por demostrar que no se opone a "todos los sistemas de armas desde la honda", como le acusa George Bush. Al bajarse del carro preguntó si lo había hecho bien. El 40% de los votantes cree que el gobernador de Massachusetts, que hizo la mili en Corea, debilitaría las defensas de EE UUY si no persuade de lo contrario a un electorado militarizado e hiperpatriótico tras ocho años de reaganismo, que se cree la propaganda de Bush que describe a Dukakis como una "amenaza a la seguridad nacional", puede perder las elecciones. Quayle, el candidato a vicepresidente por los republicanos, cuya incompetencia es cada vez más ostensible, se atreve a ridiculizar a Dukakis diciendo que "su principal asesor naval es un patito de goma". El bolsillo, determinante final del voto en EE UU, tampoco ayuda a Dukakis, con la economía viento en popa y el anuncio esta semana de una fuerte reducción del déficit comercial. Ni la mantequilla ni los cañones. Por ello, el candidato demócrata ha dedicado tres discursos seguidos a disipar la idea muy extendida de su debilidad en temas de defensa y política exterior.Giro táctico

Y Dukakis ha girado a la derecha, aproximándose a las posiciones de Ronald Reagan sobre Gorbachov y a la corriente tradicional demócrata en materia de seguridad nacional de John Kermedy o Jimmy Carter. Ya no recita los sistemas nucleares a los que se opone -casi todos-, sino que ha cambiado el énfasis, hablando de los que apoya. "Es una evolución lógica de alguien que no estaba muy familiarizado con estos temas", explica el prestigioso senador demócrata Sam Nunn, un pope en Washington sobre cuestiones de seguridad. Pero el resultado de este giro táctico de la campaña es incierto y la semana de política exterior y de defensa de Dukakis ha concluido con división de opiniones. Se declara partidario de modernizar la fuerza de misiles intercontinentales basados en tierra, pero no dice cómo hacerlo, oponiéndose a la vez al MX y a un nuevo misil móvil de pequeño tamaño. "Es una estupidez afirmar que no desarrollaré ningún nuevo sistema de armas", asegura.Y explica que está a favor del bombardero estratégico invisible Stealth, de los misiles Trident II D-5 lanzados desde submarinos, del nuevo submarino de ataque Seawolf y de un avanzado misil de crucero. Al mismo tiempo, denuncia que el rearme de Reagan ha sido ineficaz, basado en "el despilfarro, la duplicación y el fraude", y que acabará con "el desastre" de la corrupción en el Pentágono. Promete reforzar la defensa convencional de Europa con más tanques y más y mejores aviones, sin explicar que esto es más caro que la disuasión nuclear. Y se atreve a utilizar a Reagan contra Bush, afirmando que él está mucho más cerca del presidente a la hora de buscar una reducción significativa de armas estratégicas que Bush. El vicepresidente se muestra más cauteloso que Reagan a la hora de enjuiciar la perestroika en la URSS y no se atreve a afirmar que la guerra fría ha concluido. Dukakis dedicó uno de sus discursos de esta semana a explicar cómo respondería a nueva revolución en marcha Moscú. Pero se limitó a un programa que podría firmar perfectamente Ronald Reagan, basado en "utilizar la debilidad económica de la economía de URSS para forzar un cambio en el comportamiento internacional de los soviéticos". En suma, una vieja idea: condicionar la ayuda económica a Gorbachov a una agenda norteamericana de cambio y concesiones en materia de reducción de armamento, derechos humanos y coriflictos regionales."Teología de la disuasión" Dukakis se considera fuera de la iglesia de la teología de la disuasión de los tradicionales expertos que domina el pensamiento de Bush. Éste anunció el lunes que cuenta con Zbigniew Brzezinski, que fue consejero de Seguridad Nacional de presidente demócrata Jimmy Carter, y con Henry Kissinger. "Estoy convencido de que la posiciones de Dukakis en defensa y política exterior son incompatibles con una América fuerte", aseguró Kissinger. Los intentos de presentar un nuevo Dukakis, más agresivo, con un mensaje convincente distinto al de que las cosas no van tan bien, no han tenido éxito de momento. Los últimos sondeos reflejan un aumento del optimismo nacional. Bush castiga a Dukakis, llamándole "profeta del pesimismo". Reagan es más popular que nunca y Bush parece decidido a convertir la campaña en un referéndum sobre el reaganismo.

Bush domina la campaña

La impugnación por Bush del patriotismo del candidato demócrata y la definición que ha hecho de él como ultraliberal blando con el crimen ha tenido éxito. "No creo que queramos volver en este país a la extrema izquierda", dice el vicepresidente, sin ruborizarse, en sus mítines."Usted practica de nuevo la caza de brujas del mccarthysmo de los años cincuenta y el pueblo americano es capaz de oler la basura", ha respondido Dukakis, que parece decidido a abandonar su tono profesoral y bajar a la arena del populismo.

La agenda de la campaña la domina Bush, a quien las encuestas conceden una ventaja de entre cinco y ocho puntos sobre Dukakis. Éste ha perdido los 16 puntos que tenía de ventaja sobre Bush en el crucial Estado de California. Y lo que es peor para el hijo de inmigrantes griegos, los votantes empiezan a ver a Bush como "más competente" que Dukakis.

Pero la situación es muy volátil: cuatro de cada diez votantes aún no han decidido o dicen que pueden cambiar su opción. El jueves, un sondeo de The Washington Post ofreció el primer rayo de esperanza para Dukakis en muchos días, al sugerir un empate e incluso una ligera ventaja para el candidato demócrata.

Dukakis se defenderá en los próximos días de las acusaciones de blando con la ley y el orden. Ha rodado un anuncio titulado Duro, donde se cuenta cómo ha descendido un 13% el crimen en Massachusetts en los pasados cuatro años. Es la respuesta a otro anuncio demoledor de la campaña de Bush, que pregunta con voz grave sobre la fotografía de Dukakis: "¿Qué candidato para presidente dio pases de fin de semana a asesinos convictos? Michael Dukakis".

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