De tragedia nacional a tarea nacional
El viceprimer ministro y ministro de Defensa, Eurico de Melo, anunció ayer la apertura de una línea especial de crédito para los comerciantes y empresarios afectados por el incendio, así como la concesión a los trabajadores que quedaron sin empleo de un "subsidio especial de paro" por el plazo máximo de un año.Se da prioridad absoluta al realojamiento de los cerca de tres centenares de personas que quedaren sin casa. La reconstrucción de la zona destruida y del patrimonio público y privado en las mejores condiciones" son algunas de las decisiones tomadas por el Gabinete de crisis reunido el ju...
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El viceprimer ministro y ministro de Defensa, Eurico de Melo, anunció ayer la apertura de una línea especial de crédito para los comerciantes y empresarios afectados por el incendio, así como la concesión a los trabajadores que quedaron sin empleo de un "subsidio especial de paro" por el plazo máximo de un año.Se da prioridad absoluta al realojamiento de los cerca de tres centenares de personas que quedaren sin casa. La reconstrucción de la zona destruida y del patrimonio público y privado en las mejores condiciones" son algunas de las decisiones tomadas por el Gabinete de crisis reunido el jueves bajo la presidencia del primer ministro, Aníbal Cavaco Silva.
El Gobierno promete todo su apoyo a la "reanimación social y comercial" del Chiado, en colaboración con el Instituto Nacional de Seguros, la Asociación de Comerciantes y la Secretaría de Estado de Cultura.
No se pedirán apoyos técnicos al extranjero, pero Portugal espera poder beneficiarse de apoyos financieros de la Comunidad Europea, de la Unesco y otras instituciones nacionales e internacionales. El Ayuntamiento ha abierto una cuenta bancaria para recaudar las contribuciones para un fondo de reconstrucción.
Una idea parece presidir todas las iniciativas tomadas y prometidas: transformar la tragedia nacional en tarea nacional, movilizando todos los recursos para vencer este desafío.
"Lisboa renace siempre y volverá a renacer". Las palabras del alcalde de la ciudad, Nuno Abecassis, intentan suscitar un entusiasmo patriótico, interesar a todo el país. Sin embargo, hay voces discordantes. La Prensa de Oporto se preguntaba ya ayer si un desastre parecido merecería semejante movilización si aconteciese, cosa nada improbable, en el casco viejo de la capital norteña, aún más degradado que el de Lisboa.