Guerra intentará hoy en Madrid las compras de gas con el ministro argelino de Energía

El ministro argelino de Energía e Industrias Petroquímicas, Belkacem Nabi, se entrevistará hoy en Madrid con el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, que desempeña la presidencia del Gobierno en funciones. En la agenda del ministro argelino se incluye una exposición de los proyectos gasísticos de su país y su conexión con la red de gaseoductos españoles, así como el estudio de las compras españolas de gas a Argelia,Guerra dirigió personalmente en 1984 las discusiones con las autoridades argelinas para la renegociación de los contratos de suministro de gas natural procedente del citado p...

El ministro argelino de Energía e Industrias Petroquímicas, Belkacem Nabi, se entrevistará hoy en Madrid con el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, que desempeña la presidencia del Gobierno en funciones. En la agenda del ministro argelino se incluye una exposición de los proyectos gasísticos de su país y su conexión con la red de gaseoductos españoles, así como el estudio de las compras españolas de gas a Argelia,Guerra dirigió personalmente en 1984 las discusiones con las autoridades argelinas para la renegociación de los contratos de suministro de gas natural procedente del citado país. España y Argelia llegaron a un acuerdo en febrero de 1985, que contemplaba la compra por parte de la Empresa Nacional del Gas (Enagas) de un total de 600.000 millones de termias hasta, el año 2004.

Los precios de estas importaciones fueron regulados a mediados de 1986 mediante un contrato suscrito por Enagas, empresa perteneciente al Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), con la compañía argelina Sonatrach, en virtud del cual los pagos a realizar por España quedaban sujetos a una fórmula provisional que, en aquel momento, representaba un importe de 2,36 dólares por cada millón de unidades térmicas (BTU).

Esta fórmula provisonal ha dado lugar a distintas discusiones, todas ellas infructuosas, debido a que Sonatrach mantiene convenios paralelos de suministro con otros países europeos, tales como Francia e Italia, que impiden la adopción de revisiones bilaterales con uno sólo de sus clientes. Las negociaciones se han visto agravadas también por la sugerencia de los representantes argelino para que los baremos de precios recojan también la intermediación llevada a cabo por su Gobierno en la lucha contraterrorista.