Recital de piezas 'gastronómicas' de Rossini en Perelada

Si Beethoven es Zeus y Mozart, Apolo, en el Olimpo musical Rossini es Dionisos. Su erudición gastronómica, su alta valoración de lo sensual y su comprensiva benevolencia ante las debilidades humanas le otorgan tal rango. Una buena muestra del sano humor que gastaba él músico son las ocho piezas para piano de motivación gastronómica procedentes de los manuscritos conservados en la Fondazione Rossini de Pesaro que ofreció Lorenzo Bavaj, profesor del conservatorio de Pesaro, este fin de semana en el Claustre del Castell de Peralada (Gerona).Los ...

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Si Beethoven es Zeus y Mozart, Apolo, en el Olimpo musical Rossini es Dionisos. Su erudición gastronómica, su alta valoración de lo sensual y su comprensiva benevolencia ante las debilidades humanas le otorgan tal rango. Una buena muestra del sano humor que gastaba él músico son las ocho piezas para piano de motivación gastronómica procedentes de los manuscritos conservados en la Fondazione Rossini de Pesaro que ofreció Lorenzo Bavaj, profesor del conservatorio de Pesaro, este fin de semana en el Claustre del Castell de Peralada (Gerona).Los Quatre mendiants (Les Figues Sèches, Les Amandes, Les Raisins y Les Noisettes) que ocuparon la primera parte y los Quatre hors-d'Oeuvre (Radis, Anchois, Cornichons y Beurre) de la segunda, son deliciosas obras de deliberada intrascendencia, acertadamente trufadas de sabrosos rasgos humorísticos.

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