Una ruptura anunciada en la 'cumbre' árabe de Argel
La supresión del Ministerio para Asuntos de los Territorios Ocupados no sorprendió a los observadores, ya que dicho ministerio carecía de razón de existir tras la ruptura de lazos entre Jordanla y Cisjordania.El proceso se inició el pasado 29 de julio, con la anulación de un plan de desarrollo para Cisjordania por valor de 1.400 millones de dólares (el equivalente de 168.000 millones de pesetas). Al día siguiente se producía la disolución de la Cámara baja del Parlamento, donde aproximadamente un 50% de sus 60 diputados representa a la orilla occidental del Jordán.
No obstante, para los...
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La supresión del Ministerio para Asuntos de los Territorios Ocupados no sorprendió a los observadores, ya que dicho ministerio carecía de razón de existir tras la ruptura de lazos entre Jordanla y Cisjordania.El proceso se inició el pasado 29 de julio, con la anulación de un plan de desarrollo para Cisjordania por valor de 1.400 millones de dólares (el equivalente de 168.000 millones de pesetas). Al día siguiente se producía la disolución de la Cámara baja del Parlamento, donde aproximadamente un 50% de sus 60 diputados representa a la orilla occidental del Jordán.
No obstante, para los observadores avezados en la cuestión, la ruptura oficial de lazos anunciada el pasado domingo por Jordania ya había sido avanzada dos meses antes, en el discurso que el monarca hachemí pronunció en la cumbre árabe de Argel.
"Hernos oído algunas voces", dijo entonces el soberano, "que han tachado nuestro apoyo continuado a nuestro pueblo en los territorios ocupados de Palestina a través de instituciones jordanas como un interés por parte de Jordania de ejercer hegemonía sobre tierra palestina y de dejar de lado a la OLP. ( ... ) Algunos se preguntan por qué mantenemos la legalidad de nuestras instituciones en Cisjordanla. ( ... ) Jordanla no tie,ne ambiciones sobre parte alguna de territorio de Palestina".
Más adelante, tras hacer una referencia a los compromisos financieros acordados en la cumbre de Bagdad, la capital iraquí, e incumplidos por muchos de los firmantes, el rey Hussein concluía así su discurso: "Nuestra carga puede ser pronto demasiado pesada".