'Malaventura', un moderno trasunto de 'Carmen'

Manuel Gutiérrez Aragón rodó las pasadas semanas en Sevilla, y acaba de concluir en Madrid, Malaventura, una película más imaginativa que testimonial, donde investiga en la capacidad de entristecer de las ciudades bulliciosas. Es la historia de un joven que se queda absorto mirando un plato y que experimenta azarosas vivencias en torno a un crimen, rodeado del equívoco amor de un moderno trasunto de Carmen y entre las contradicciones de un juez maduro.La producción es de Luis Megino, también coguionista del filme, tiene un coste de 200 millones de pesetas y su estreno está previs...

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Manuel Gutiérrez Aragón rodó las pasadas semanas en Sevilla, y acaba de concluir en Madrid, Malaventura, una película más imaginativa que testimonial, donde investiga en la capacidad de entristecer de las ciudades bulliciosas. Es la historia de un joven que se queda absorto mirando un plato y que experimenta azarosas vivencias en torno a un crimen, rodeado del equívoco amor de un moderno trasunto de Carmen y entre las contradicciones de un juez maduro.La producción es de Luis Megino, también coguionista del filme, tiene un coste de 200 millones de pesetas y su estreno está previsto para el próximo mes de octubre.

La Sevilla veraniega ha motivado no pocos quebraderos de cabeza en el desenvolvimiento del rodaje, porque la historia ficticia se desarrolla en pleno verano y las condiciones meteorológicas, por extraño que parezca, no fueron favorables.

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"Me gustan los contrastes", explica Gutiérrez Aragón, como fundamento de una historia melancólica en la ciudad más alegre. Así pues, el primer contraste lo ha vivido ya durante la gestación de la película, con unas condiciones externas imprevistas. Según el director, "la idea de la melancolía y de Sevilla nacieron a la vez, quizá porque una ciudad con una obligada alegría externa me da una cierta sensación de lejanía. Es una ciudad monumental y conflictiva, y eso me estimula".

"El guión", señala, "parte de una historia romántica, que sería una narración corta, no una novela". Pertenece a la línea de Maravillas o La noche más hermosa, más imaginativas que Demonios en eljardín o La mitad del cielo, que define como testimoniales.

Se trata de un muchacho de 18 años, Manuel (Miguel Molina), hijo de buena familia, que se queda extasiado mirando un plato con el dibujo de una gitana, y añora a una amiga. Desde ese momento la realidad de unos hechos se mezcla conla imaginación y los fantasmas personales del joven protagonista de la película.

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