Crítica:XII FESTIVAL DE JAZZ DE VITORIA

Música caliente

En el festival de Vitoria no sólo los grandes conciertos en Mendizorroza atraen el interés del público. Cada mediodía el jazz ha inundado el parque de la Florida desde su típico quiosco y por la noche esa misma música se apoderaba del sótano del hotel Gasteiz. Este año los responsables fueron las huestes del organista Jack McDuff con algún que otro invitado sorpresa.McDuff es un clásico del jazz caliente y contagioso, y lo ha demostrado día a día. El sótano del hotel Gasteiz, cada noche, después de los conciertos grandes, se abarrotó de un público predispuesto a prolongar su dosi...

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En el festival de Vitoria no sólo los grandes conciertos en Mendizorroza atraen el interés del público. Cada mediodía el jazz ha inundado el parque de la Florida desde su típico quiosco y por la noche esa misma música se apoderaba del sótano del hotel Gasteiz. Este año los responsables fueron las huestes del organista Jack McDuff con algún que otro invitado sorpresa.McDuff es un clásico del jazz caliente y contagioso, y lo ha demostrado día a día. El sótano del hotel Gasteiz, cada noche, después de los conciertos grandes, se abarrotó de un público predispuesto a prolongar su dosis jazzística hasta altas horas de la madrugada. Un público que creía ver visiones cuando, en la noche del miércoles, un señor totalmente vestido de negro se precipitaba sobre el escenario, abrazaba fraternalmente a McDuffy tomando la guitarra se sumía en una excitante jam-session de casi 45 minutos de duración. Se trataba de Georges Benson, el desconocido jovencito de 17 años al que McDuff lanzó a la fama. Benson tocó como en sus mejores épocas, alcanzando un clímax que ni se llegó a rozar en Mendizorroza. McDuff se dejó arrastrar por la juventud de su antiguo discípulo y acarició su órgano de forma exuberante.

Jack McDuff Group

Quiosco del parque de la Florida y hotel Gasteiz. Vitoria, del 12 al 16 de julio.

Si al sótano del Gasteiz la gente llegaba ya predispuesta, en la glorieta de la Florida las cosas eran diferentes: la mayoría del público eran simples paseantes que se encontraban sorprendidos por el jazz. McDuff demostró su capacidad de atraer al personal y contagiarle buen humor.

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