"Reagan ha sido un desastre para América Latina", dice el nuevo presidente del IPI

"La etapa de Ronald Reagan ha sido desastrosa para Latinoamérica, sobre todo en lo que respecta a la política económica", afirma el peruano Enrique Zileri, que desde el pasado mes ha sustituido a Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS, en la presidencia del Instituto Internacional de Prensa (IPI), una organización creada para vigilar y denunciar los abusos contra los medios de información.

"La primavera democrática que viven los países del área enfrenta un verano caliente" porque la falta de soluciones a problemas tan graves como el de la deuda externa amenaza la estabilidad interna, ag...

"La etapa de Ronald Reagan ha sido desastrosa para Latinoamérica, sobre todo en lo que respecta a la política económica", afirma el peruano Enrique Zileri, que desde el pasado mes ha sustituido a Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS, en la presidencia del Instituto Internacional de Prensa (IPI), una organización creada para vigilar y denunciar los abusos contra los medios de información.

"La primavera democrática que viven los países del área enfrenta un verano caliente" porque la falta de soluciones a problemas tan graves como el de la deuda externa amenaza la estabilidad interna, agrega Zileri en una entrevista a este diario.Zileri, de 56 años, es director del semanario peruano Caretas y el primer latinoamericano que asume la presidencia del IPI. Fue elegido en la última asamblea general, celebrada a primeros de mayo pasado en Estambul. Según él, los miembros de esta organización creyeron conveniente que "en esta ocasión tocara a Latinoamérica" para que contribuya más directamente al desarrollo de la organización.

"Los periodistas latinoamericanos están en la trinchera" ante las situaciones críticas que viven sus países por la amenaza permanente de aventuras golpistas, dice Zileri. Sin embargo, la probabilidad de que se constituyan Gobiernos de fuerza es menor en este momento, opina.

"De acuerdo con la estrategia golpista, los regímenes militares surgen en Latinoamérica cuando la economía funciona bien, lo que no ocurre ahora. Además, los militares tienen las manos llenas de terrorismo y la Administración de Reagan no alienta situaciones de ese tipo", dice Zileri. "En cualquier caso", agrega, "siempre hay señales preocupantes, y no me atrevo a hacer especulaciones sobre el futuro".

La política económica de Estados Unidos ha agravado el empobrecimiento de los países del Tercer Mundo, que han tenido que soportar el aumento de los tipos de interés y el abaratamiento de las materias primas, señala el director del IPI.

Sobre las repercusiones que puede tener para Latinoamérica una eventual victoria de Michael Dukakis en las elecciones presidenciales norteamericanas del próximo noviembre, se muestra prudente: "Hay tendencias proteccionistas en el Partido Demócrata, aunque siempre nos hemos entendido mejor con una Administración demócrata que con una republicana".

Lo que sí puede ser muy importante", declara, "es saber si la pasada cumbre de Moscú servirá para conducir a una reducción de los gastos militares de las dos superpotencias y a una mayor convergencia de intereses en beneficio del Tercer Mundo".

Situación de la Prensa

Globalmente, la Prensa latinoamericana no está sometida a una persecución de los Gobiernos, afirma el nuevo presidente del IPI, aun cuando siguen dándose claros casos de violación tanto por la derecha (Chile y Paraguay) como por la izquierda (Cuba y Nicaragua), así como en Colombia y México."En Chile, la Prensa opositora ha logrado adquirir un espacio político, pero los profesionales están amenazados con severas condenas; en Paraguay, prácticamente ha sido clausurada; en Nicaragua, las cosas parecen mejorar y en Cuba siguen igual. Estamos tratando de que sean puestos en libertad dos periodistas cubanos condenados por el régimen en 1962 y 1967 a 30 años de cárcel", explica. Los casos colombiano y mexicano son más atípicos, pero no por ello menos graves.

"En mi país", manifiesta Zileri, "no se puede decir que haya restricciones gubernamentales. Existe, incluso, un periódico [El Diario] que es una especie de portavoz de la organización terrorista Sendero Luminoso".

La Prensa, señala por último Zileri, debe tratar de condenar y de aislar moralmente las acciones de los grupos terroristas. "Personalmente", concluye, "creo que es preferible no recurrir a cualquier legislación antiterrorista que restrinja la libertad de los medios de información".