Respetando a sus mayores
Cuando las guitarras funcionan, un grupo con el planteamiento musical de The Headless Horsemen tiene que funcionar obligatoriamente. Y si a esa magnífica base le añades, como es el caso, un bajista de auténtica calidad instrumental y vocal, el resultado es arrollador.Este cuarteto neoyorquino, con un solo elepé en el mercado y siendo prácticamente desconocidos en nuestro país, dieron el pasado martes una lección de solidez en su única y vibrante actuación madrileña.
Basaron su repertorio en estimulantes versiones, sonando tan frescos como sus maestros, los primeros Stones, Beatle...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Cuando las guitarras funcionan, un grupo con el planteamiento musical de The Headless Horsemen tiene que funcionar obligatoriamente. Y si a esa magnífica base le añades, como es el caso, un bajista de auténtica calidad instrumental y vocal, el resultado es arrollador.Este cuarteto neoyorquino, con un solo elepé en el mercado y siendo prácticamente desconocidos en nuestro país, dieron el pasado martes una lección de solidez en su única y vibrante actuación madrileña.
Basaron su repertorio en estimulantes versiones, sonando tan frescos como sus maestros, los primeros Stones, Beatles y Kings, y tan respetuosos con el pasado como sus coetáneos los Flamin-Groovies.
Como teloneros actuaron Los Nervios, una joven y prometedora formación madrileña basada en un rock fuerte y sin concesiones. Es muy pronto para juzgarles, pero evidenciaron una notable falta de ensayos y de madurez, tanto a nivel composición como puesta en escena.
The Headless Horsemen
Elan Portnoy (guitarra y voces). Peter Sthart (bajo y voz solista). Chris Cush (guitarra y voces). David Ari (batería). Sala Rockclub. Madrid, 31 de mayo.