Juan Mora asegura que será la revelación de la feria

Juan Mora, ausente de Las Ventas en 1987, tiene hoy la primera de sus tres actuaciones contratadas en el abono de San Isidro. Está convencido de que será la revelación de la feria por el momento de madurez que ha adquirido. Alternará con Antoñete y Joselito, que hacen esta tarde su último paseíllo en el ciclo. Lidiarán cuatro toros de Torrealta y dos de Paloma Eulate, que sustituyen a otros dos de la ganadería anunciada, rechazados en el reconocimiento.

Las injustas estructuras de la fiesta propician casos como el del espada extremeño, castigado por Manuel Chopera, empresario de Las...

Juan Mora, ausente de Las Ventas en 1987, tiene hoy la primera de sus tres actuaciones contratadas en el abono de San Isidro. Está convencido de que será la revelación de la feria por el momento de madurez que ha adquirido. Alternará con Antoñete y Joselito, que hacen esta tarde su último paseíllo en el ciclo. Lidiarán cuatro toros de Torrealta y dos de Paloma Eulate, que sustituyen a otros dos de la ganadería anunciada, rechazados en el reconocimiento.

Las injustas estructuras de la fiesta propician casos como el del espada extremeño, castigado por Manuel Chopera, empresario de Las Ventas, durante 1987 y contratado ahora tres tardes por el propio Chopera, que esta temporada se ha hecho cargo de su apoderamiento después de haberle observado en su triunfal campaña americana del pasado invierno.Mora lo reconoce: "Esto es así y no hay quien lo cambie. Los toreros jóvenes somos los menos indicados para remover estas estructuras. No soy un oportunista porque en 1987 me tocó el reverso de la moneda, al no ser anunciado en la plaza que te lanza. Las injusticias me perjudicaron entonces, y en otras ocasiones".

Ahora parece que le toca la cara de la moneda, aunque agrega que no ha sido sólo cuestión de suerte: "Mis actuaciones en tierras americanas me han hecho acreedor a ésto, que aquí nadie invierte si no ve que el diestro tiene condiciones para triunfar. Sería tonto si ahora no aprovechara mi situación actual para acercarme al sueño de mi vida, ser figura del toreo".

Comenta que su actual situación debe propiciar que rompa de una vez por todas, pues cree que se le presenta la mejor oportunidad que le han brindado en una carrera como la suya tan llena de altibajos: "No me perdonaría nunca no alcanzar el éxito ahora".

"No estaba formado"

Sus continuos cambios de apoderado desde que tomó la alternativa en 1983 dice que son los que más negativamente han afectado el discontinuo desarrollo de su carrera, aunque no se ve exento de parte de la culpa: "Aquellos cambios me descentraron mucho. No estaba formado ni como persona ni como torero y era lógico que ocurriera. Lo importante fue que reflexioné y supe sacar conclusiones para no caer de nuevo en el error. Ahora me encuentro maduro en todos los sentidos.

Sonada fue su ruptura con José Luis Martín Berrocal, que motivó fortísimas declaraciones mútuas que acabaron en los juzgados con querellas cruzadas: "Aquello ya está olvidado totalmente hasta el punto de que hemos retirado nuestras denuncias y somos casi amigos de nuevo".

Su forma de, interpretar el toreo con la máxima pureza, dentro de los cánones y con un toque de gusto sevillano, según expresa, siempre ha sido del agrado del público de Las Ventas. "Por eso con mi madurez actual", concluye, "estoy seguro de que conectaré de inmediato con la afición de Madrid. Me lo debo a mí y a Chopera, que es el responsable de que tenga esta gran oportunidad".

Joselito no ha podido redondear ninguna de sus tardes, aunque en la primera cortó una oreja. Se queja del mal juego de su segundo toro aquella tarde, lo que le impidió obtener un segundo trofeo, y del mal ambiente en contra de los toreros.