Los contrabandistas se quitan del tabaco

El tráfico de droga ha generado focos de alta peligrosidad en ciudades gallegas

Aunque los crímenes rurales siguen siendo la principal fuente de las crónicas de sucesos en Galicia, el crecimiento y la progresiva proletarización de las dos ciudades con mayor número de habitantes, Vigo y La Coruña, ha provocado la aparición de otro tipo de delitos. La reconversión de las mafias del contrabando de tabaco en la ría de Arosa, ahora también dedicadas a la droga, es otro de los factores que han contribuido a crear zonas verdaderamente peligrosas en los barrios más pobres de algunas de las ciudades gallegas.

A pesar de todo, Galicia continúa siendo una de las comunidades m...

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Aunque los crímenes rurales siguen siendo la principal fuente de las crónicas de sucesos en Galicia, el crecimiento y la progresiva proletarización de las dos ciudades con mayor número de habitantes, Vigo y La Coruña, ha provocado la aparición de otro tipo de delitos. La reconversión de las mafias del contrabando de tabaco en la ría de Arosa, ahora también dedicadas a la droga, es otro de los factores que han contribuido a crear zonas verdaderamente peligrosas en los barrios más pobres de algunas de las ciudades gallegas.

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A pesar de todo, Galicia continúa siendo una de las comunidades más tranquilas de España. La provincia de Orense, por ejemplo, ocupa el segundo lugar en la lista nacional de seguridad ciudadana, y La Coruña el cuarto puesto. La situación es más preocupante en Pontevedra, donde el problema de la droga ha comenzado a crear serios problemas en comarcas semiurbanas, como es en la ría de Arosa -centro de operaciones del contrabando- y la península del Morrazo.El auténtico punto negro es, sin embargo, la ciudad de Vigo, donde se han cometido la mitad de los 12.000 delitos registrados en toda la provincia de Pontevedra durante el pasado año. En Vigo se conjugan los factores propios de una ciudad portuaria en la que siempre abundó el negocio de la prostitución con las consecuencias sociales de la reconversión naval y la irrupción de la droga en los últimos tres años.

La llamada capital de la movida gallega es también la capital del delito. Hace dos años las estadísticas llegaron a registrar la escalofriante media de un atraco bancario por día, situación que se ha ido corrigiendo en los últimos meses para dar paso a una delincuencia más callejera, directamente relacionada con la droga. Los barrios más proletarios como Coia, Teis y El Corxal son frecuentes escenarios de pequeñas actividades de choriceo. Los vecinos de estos barrios han tenido ocasión ya de sufrir algún que otro tiroteo callejero y hasta el secuestro de una familia, que luego se reveló como un ajuste de cuentas entre traficantes.

La situación más dificil se vive en El Corxal, un grupo de viviendas sociales prefabricadas carente de los más mínimos servicios. Las casas abandonadas son aprovechadas frecuentemente como refugio de camellos y prostitutas, lo que ha incrementado la protesta vecinal, llevada hasta el Congreso de los Diputados por el parlamentario vigués de Izquierda Unida Enrique Curiel. El grupo más activo en la guerra contra la inseguridad ciudadana es, sin embargo, la agrupación Erguete (en castellano Levántate), formada por madres de jóvenes toxicómanos y próxima a algunos sectores del PSOE.

En todo caso la situación de Vigo no es más preocupante que la de cualquier otra ciudad de más de 300.000 habitantes. Durante el pasado año, según datos del Gobierno Civil de Pontevedra, se contabilizaron más de 6.000 delitos, de los que sólo el 25% fueron esclarecidos, con un total de 1.200 detenciones. En los últimos meses se han producido importantes operaciones anti droga que todavía no han logra do alcanzar al núcleo principal de los narcotraficantes.

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