LA ÚLTIMA GRAN COLECCIÓN PRIVADA

Las favoritas

A Thyssen le ocurre lo que a los sultanes de los cuentos, que extraviado entre bellezas cambia de favoritas con frecuencia. Aún así, algunas telas mantienen sus preferencias durante años.Uno de los cuadros preferidos por Thyssen es un pequeño retablo en madera de 238 centímetros cuadrados, cuya firma es Petrus Christus, y la preferencia se debe no sólo al valor artístico sino a la historia: el cuadro pertenecía a la familia, y fue heredado por una tía del barón.

Un día la señora recibe la visita de un político alemán de alto vuelo, al que le muestra sus cuadros; el político queda...

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A Thyssen le ocurre lo que a los sultanes de los cuentos, que extraviado entre bellezas cambia de favoritas con frecuencia. Aún así, algunas telas mantienen sus preferencias durante años.Uno de los cuadros preferidos por Thyssen es un pequeño retablo en madera de 238 centímetros cuadrados, cuya firma es Petrus Christus, y la preferencia se debe no sólo al valor artístico sino a la historia: el cuadro pertenecía a la familia, y fue heredado por una tía del barón.

Un día la señora recibe la visita de un político alemán de alto vuelo, al que le muestra sus cuadros; el político queda extasiado ante el retablo. ¿Le gusta?", dicen que dijo la propietaria; "es suyo". Algunos años después, el político lo pone a la venta... y lo compra Thyssen. El político era Konrad Adenauer, uno de los fundadores de la República Federal de Alemania.

Más información

Componen la colección 1.200 cuadros -según cifra de Thyssen-, clasificados en tres grupos. Se trata de mantener unido el grupo A, y quizá el B. Eso es lo que decide el barón estos días en Jamaica.

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