Escuela holandesa

Comparece esta semana en el café Central un cuarteto internacional formado por músicos holandeses y estadounidenses. El líder es el italo-holandés Peter Guidi, saxos altos y soprano y flautas, y quien decide la factura bop del grupo. Músico que parece haber conquistado una sólida formación, Guidi es alguien a quien vale la pena escuchar.En los primeros días de concierto, la banda ha cambiado constantemente de repertorio y ello es una explicitación más de la movilidad del líder. Guidi puede sonar como Cannonball Adderley al saxo alto y sorprendernos, enseguida, con la herencia no mediada...

Comparece esta semana en el café Central un cuarteto internacional formado por músicos holandeses y estadounidenses. El líder es el italo-holandés Peter Guidi, saxos altos y soprano y flautas, y quien decide la factura bop del grupo. Músico que parece haber conquistado una sólida formación, Guidi es alguien a quien vale la pena escuchar.En los primeros días de concierto, la banda ha cambiado constantemente de repertorio y ello es una explicitación más de la movilidad del líder. Guidi puede sonar como Cannonball Adderley al saxo alto y sorprendernos, enseguida, con la herencia no mediada de Charlie Parker. Tiene una clara idea de la construcción de sus solos, que comienza en la precisa dicción (del lado bonito del saxo alto) para estallar luego en una belleza convulsa. En la flauta da más la impresión de que ensaya, y en cada tema acaba dando más música de la que al principio podíamos adivinar.

Con él vino de Holanda Hans Mantel, un contrabajista con la fortaleza de la escuela de instrumentistas de su país. El encuentro con los norteamericanos Joshua Edelman y Tony Moreno ha sido satisfactorio.