3.000 personas exigen en Viena la dimisión de Kurt Waldheim

ENVIADO ESPECIAL Unas 3.000 personas se concentraron ayer ante la catedral de San Esteban, en Viena, para exigir la dimisión del presidente austriaco, Kurt Waldheim. Gran parte de los manifestantes suscribió la denuncia presentada ante un juzgado de Viena por 300 intelectuales contra el jefe del Estado "por complicidad en asesinatos". Waldheim insistió ayer en declaraciones a la televisión británica en que no tiene intención de dimitir.

Las fuerzas políticas austriacas debaten ya abiertamente una reforma constitucional para recortar los poderes del presidente y facilitar su cese por par...

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ENVIADO ESPECIAL Unas 3.000 personas se concentraron ayer ante la catedral de San Esteban, en Viena, para exigir la dimisión del presidente austriaco, Kurt Waldheim. Gran parte de los manifestantes suscribió la denuncia presentada ante un juzgado de Viena por 300 intelectuales contra el jefe del Estado "por complicidad en asesinatos". Waldheim insistió ayer en declaraciones a la televisión británica en que no tiene intención de dimitir.

Las fuerzas políticas austriacas debaten ya abiertamente una reforma constitucional para recortar los poderes del presidente y facilitar su cese por parte del Parlamento. Nadie cree, sin embargo, que la reforma sea posible en la actual situación de tensión política. El canciller federal, Franz Vranitzky, dejó entrever el pasado fin de semana en una conversación con periodistas extranjeros que cuenta con una dimisión del jefe del Estado a medio plazo.

La denuncia contra Waldheim se basa en el informe presentado el pasado mes por una comisión internacional de historiadores en el que se señalaba que no hay pruebas de que Waldheim cometiera personalmente crímenes de guerra, pero demostraba que éste había transmitido órdenes de sus superiores para la comisión de acciones, tales como la deportación de prisioneros, la ejecución de comandos o represalias del Ejército nazi contra la guerrilla partisana yugoslava.

Revista secuestrada

Waldheim ordenó la pasada semana el secuestro de la revista Falter, que había publicado el texto íntegro de la denuncia presentada por el escritor Erich Fried y el científico Robert Jungk. También en las ciudades austriacas de Linz y Graz se celebraron concentraciones contra el jefe del Estado.Austria entra hoy en una tensa semana, jalonada de actos conmemorativos de la anexión a la Alemania nazi el 11 de marzo de 1938, con una gran polarización política entre adversarios y partidarios de Waldheim y una latente crisis de Gobierno. Gran parte de los actos conmemorativos se convertirán por fuerza en manifestaciones anti Waldheim.

El acto oficial central se celebrará en Viena. Los partidos gubernamentales, el Socialista (SPOE) y el Popular (OEVP), llegaron a un acuerdo para que Waldheim no intervenga en el mismo. Varios ministros socialistas habían amenazado con no asistir si Waldheim insistía en pronunciar un discurso. El jefe del Estado asistirá en silencio. Coincidiendo con el acto oficial, adversarios del jefe del Estado formarán una cadena humana en torno a su residencia, el palacio de Hofburg.

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Han sido convocadas numerosas manifestaciones para el próximo fin de semana tanto en favor como en contra del presidente. El Movimiento Monárquico Paneuropa, dirigido por el hijo del último emperador austriaco, Carlos, Otto de Habsburgo, también organiza un mitin en el palacio imperial.

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