La 'mafia', la droga y la extrema derecha hunden Colombia

El senador colombiano de Unión Patriótica (UP) Alberto Rojas, de 54 años, que se encuentra en España desde el mes de diciembre ante el recrudecimiento de las amenazas de muerte recibidas en su país, cree que sólo una gran iniciativa nacional liderada por el jefe del Estado, Virgilio Barco, y apoyada por todos los sectores sociales y políticos solucionaría la gravísima crisis que atraviesa Colombia. Rojas es comunista y tiene unos clarísimos ojos azules que se ensombrecen cuando recuerda el "exterminio físico y sistemático" de sus compañeros de Unión Patriótica.

"En poco más de un año ha...

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El senador colombiano de Unión Patriótica (UP) Alberto Rojas, de 54 años, que se encuentra en España desde el mes de diciembre ante el recrudecimiento de las amenazas de muerte recibidas en su país, cree que sólo una gran iniciativa nacional liderada por el jefe del Estado, Virgilio Barco, y apoyada por todos los sectores sociales y políticos solucionaría la gravísima crisis que atraviesa Colombia. Rojas es comunista y tiene unos clarísimos ojos azules que se ensombrecen cuando recuerda el "exterminio físico y sistemático" de sus compañeros de Unión Patriótica.

"En poco más de un año han asesinado a unos 500 cargos del movimiento. No hay un solo día en que un compañero no caiga muerto", afirma Rojas, que formó parte de la comisión del plan de paz del ex presidente Belisario Betancur.Este autoexilio de Alberto Rojas es el segundo a lo largo de su vida. El primero lo sufrió en 1954, cuando ejercía de periodista en un diario conservador durante la dictadura militar de Rojas Pinillas. Rojas llegó a la España de Franco y, paradójicamente, se hizo marxista. "Yo salí conservador de Colombia y con Franco me hice comunista", afirma. El senador hace un llamamiento general ante la grave crisis de Colombia, que puede devenir en un régimen fascista o democrático. "La libertad y la paz son indivisibles, y por eso los pueblos del mundo no pueden ser indiferentes ante la tragedia que vive nuestro país", afirma.

En opinión de Alberto Rojas, el narcotráfico y la violencia vinculada a él son una parte importantísima de la crisis colombiana, pero no la única. Algunos sectores de la mafia, que no sólo actúan en un ámbito estrictamente económico, sino también político, unidos a los grupos paramilitares y a la extrema derecha, son los que siembran el terror en Colombia, explica Rojas.

"El exterminio al que está siendo sometido el movimiento Unión Patriótica, la brutal empresa de muerte que está terminando con nosotros, no ha sido conocido en toda la historia colombiana, caracterizada desde hace años por una brutal violencia". Esta violencia ejercida contra UP -movimiento de izquierdas surgido a raíz del proceso de paz de Belisario Betancur y que cuenta con cuatro senadores (dos de ellos ya asesinados) de un total de 114- desestabiliza al Gobierno y atenta contra su política de apertura y pluralismo, señala el senador, que afirma que el Gobierno ha sido impotente para encarar la acción delictiva.

Rojas asegura que el despliegue experimentado por el movimiento obrero y campesino en los últimos arios, la búsqueda del desarrollo capitalista dentro de parámetros democráticos por parte de la mayoría de la burguesía colombiana, la reforma constitucional que ha introducido la elección de alcaldes en contra de la coalición de fuerzas que pretendían lo contrario, son elementos positivos sobre los que debe apoyarse el presidente Virgilio Barco para salir de la crisis. Rojas, que conserva, después de casi dos meses en España, el reloj con la hora en Colombia, tiene previsto regresar en breve, a pesar de que sus amigos le han desaconsejado que lo haga. Y ríe cuando dice: "La primera vez que he salido a la calle sin escolta después de dos años ha sido el día que llegué a España".

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