Tres disidentes, expulsados de Alemania del Este
El cantautor Stefan Krawkzyk y su mujer, la directora de teatro Freya Klier, encarcelados en Berlín Este por su participación en una manifestación en favor de la libertad de expresión y acusados de traición por sus contactos con Occidente, fueron puestos ayer en libertad y expulsados a la República Federal de Alemania. Con ellos fue expulsado de la República Democrática Alemana otro disidente ya condenado a seis meses de prisión por los incidentes ocurridos durante un acto público en recuerdo de los líderes comunistas históricos Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, el 17 de enero pasado.Por ...
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El cantautor Stefan Krawkzyk y su mujer, la directora de teatro Freya Klier, encarcelados en Berlín Este por su participación en una manifestación en favor de la libertad de expresión y acusados de traición por sus contactos con Occidente, fueron puestos ayer en libertad y expulsados a la República Federal de Alemania. Con ellos fue expulsado de la República Democrática Alemana otro disidente ya condenado a seis meses de prisión por los incidentes ocurridos durante un acto público en recuerdo de los líderes comunistas históricos Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, el 17 de enero pasado.Por primera vez desde que se produjeron las más de 100 detenciones en la manifestación en Berlín Este, las autoridades de la RDA parecen dispuestas a una rápida solución del conflicto y dan muestras de flexibilidad. Según el abogado Wolfgang Voguel, delegado especial para asuntos humanitarios del jefe del Estado y del Partido Comunista de la RDA, Erich Honecker, la veintena de detenidos en prisión serán puestos en libertad antes del fin de semana próximo.
No se sabe si éstos serán asimismo expulsados o podrán permanecer en la RDA. Krawkzyk y su mujer se habían negado hasta ayer a abandonar el país y renunciar a la nacionalidad de la RDA. El régimen de Berlín Este parece decidido a descabezar el movimiento de oposición, en el que los expulsados desempeñaban un importante papel aglutinador. La amplia protesta de la Iglesia evangélica y el eco internacional de la misma parecen haber llevado a las autoridades a limitar los daños en el terreno intemacional, especialmente en sus relaciones con la RFA.
La dura actuación de la policía política y de la justicia contra los detenidos parece haber sido instigada por el Ministerio de Seguridad del Estado y el sector más ortodoxo del partido, opuesto a las reformas auspiciadas por la URSS. Tras esta advertencia a los sectores insatisfechos de la población de la RDA, Berlín Este adopta de nuevo una postura conciliadora. En la semana Siguiente al acto del 17 de enero fueron expulsados a la RFA más de 80 implicados, la mayoría de los cuales había visto denegada su solicitud de permiso de emigración.