La Administración decide apoyar a Antenas Tagra con 400 millones de pesetas

La Administración, tanto autonómica como central, ha decidido prestar su apoyo al relanzamiento de la empresa de comunicaciones Tagra, que sufre graves problemas financieros y fue adquirida el mes pasado por la sociedad de ingenieros Konak, SA. Tagra recibirá, en conjunto, créditos blandos y subvenciones por un total de 400 millones.

Mientras, su ex director general, que abandonó Tagra tras el cambio de accionariado, está valorando la posibilidad de impulsar una nueva sociedad que actuaría también en el campo de las telecomunicaciones.La Dirección General de Industria de la Generalitat ...

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La Administración, tanto autonómica como central, ha decidido prestar su apoyo al relanzamiento de la empresa de comunicaciones Tagra, que sufre graves problemas financieros y fue adquirida el mes pasado por la sociedad de ingenieros Konak, SA. Tagra recibirá, en conjunto, créditos blandos y subvenciones por un total de 400 millones.

Mientras, su ex director general, que abandonó Tagra tras el cambio de accionariado, está valorando la posibilidad de impulsar una nueva sociedad que actuaría también en el campo de las telecomunicaciones.La Dirección General de Industria de la Generalitat ha aprobado la concesión de dos créditos blandos (con interés subvencionado) para Tagra, de 100 millones de pesetas cada uno. Estos créditos (que podrían concederse indirectamente en forma de avales) se verán complementados por dos subvenciones para desarrollo de tecnología concedidas por la Dirección General de Electrónica e Informática del Ministerio de Industria, la primera, de 98,3 millones, y la segunda, de 95 millones.

A cambio de esta inyección de dinero fresco, la Administración ha exigido un saneamiento completo del capital de Tagra. El saneamiento se efectuará mediante una operación acordeón cuyos detalles aún no están decididos, aunque podría afectar a todas las acciones, reduciéndolas al valor simbólico de una peseta. Tras la reducción de capital, se efectuaría una ampliación que suscribiría en su totalidad, con un montante de 69 millones, la sociedad compradora Tagra. Ello dejaría completamente al margen del accionariado a los antiguos propietarios, la familia Grau.

El plan de salvación se plasmará también en una dura negociación con los proveedores, ya que la nueva dirección pretende fijar fórmulas de pago muy drásticas para su deuda con éstos. Para empezar, quiere obtener cuatro años para pagar su deuda, con los primeros seis meses de carencia y sin intereses. A cambio, desde ahora comprará siempre al contado y añadirá un 10% a los precios de cada artículo para resarcir a los proveedores del draconiano aplazamiento. En el terreno industrial, la dirección de Tagra ha planteado al comité de empresa un incremento de la productividad inmediato del 25%, por la vía directa de la reducción de tiempos.

El acuerdo entre la Administración y los nuevos propietarios quedó simbólicamente sellado hace dos semanas, en una reunión entre el conseller de Industria, Macià Alavedra, y los representantes de Tagra.

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