Crítica:MÚSICA CLÁSICA

La Orquesta de Leipzig, un testimonio histórico

La Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, que con su titular, Kurt Masur (Silesia, 1927), actuó el sábado en el Real para el ciclo de Ibermúsica, constituye un capítulo grande de la historia musical europea. Sus directores se llamaron Mendelssohn, Rietz, Gade, David, Reinecke, Nikisch, Furtwangler, Walter, Abendroth, Konwitschny y Neumann. Desde 1970, Kurt Masur, formado en el conservatorio de Leipzig, tiene a su cargo la conservación del tesoro. ¿Qué ha hecho de él? Fundamentalmente, la formación de la Gewandhaus exhibe calidad sonora, preciosa y particularmente atractiva en las cuerdas...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, que con su titular, Kurt Masur (Silesia, 1927), actuó el sábado en el Real para el ciclo de Ibermúsica, constituye un capítulo grande de la historia musical europea. Sus directores se llamaron Mendelssohn, Rietz, Gade, David, Reinecke, Nikisch, Furtwangler, Walter, Abendroth, Konwitschny y Neumann. Desde 1970, Kurt Masur, formado en el conservatorio de Leipzig, tiene a su cargo la conservación del tesoro. ¿Qué ha hecho de él? Fundamentalmente, la formación de la Gewandhaus exhibe calidad sonora, preciosa y particularmente atractiva en las cuerdas, tan brillantes y transparentes y mucho menos enamoradas de las frecuencias graves que las de otras célebres formaciones germanas.Otra cosa es la categoría artística de Masur. Cuando escuchábamos Romeo y Julieta, de Prokofiev, parecía que estábamos ante una partitura distinta que la que dirige Celibidache, y sin embargo Celibidache sostiene, con razón, que él no inventa nada, pues ya lo hizo el compositor. Es entonces Masur quien empobrece por razones evidentes los pentagramas que caen en sus manos.

Orquesta de la Gewandhaus de Leipizg

Ciclo Orquestas del Mundo. Director: K. Masur. Solistas: Ch. Funke, violín, y J. Timm, violonchelo. Obras de Prokofiev, Brahms y Wagner. Madrid, teatro Real, 30 de enero.

No cambiaron las cosas demasiado en el Doble concierto, escrito en 1887 por Brahms, en el que la calidad del violonchelista Jümjacob Timm. superó, dentro de una labor bien conjuntada, la de su compañero en la orquesta, el concertino Christian Funke.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En