El 'caso Pico' enfrenta a peronistas y radicales
La evaluación de los recientes sucesos militares ha desencadenado en la República Argentina acusaciones de complicidad con los golpistas, existencia de una trama civil y mala dirección política entre el opositor Partido Justicialista (peronista) y el de Gobierno, la Unión Cívica Radical (UCR).El Consejo Nacional Justicialista, además de pedir la creación de una comisión bicameral que investigue con amplias facultades el hecho sedicioso, publicó una declaración acusatoria contra el Gobierno.
Los peronistas declaran que "es ineludible la responsabilidad que le cabe al Gobierno en l...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La evaluación de los recientes sucesos militares ha desencadenado en la República Argentina acusaciones de complicidad con los golpistas, existencia de una trama civil y mala dirección política entre el opositor Partido Justicialista (peronista) y el de Gobierno, la Unión Cívica Radical (UCR).El Consejo Nacional Justicialista, además de pedir la creación de una comisión bicameral que investigue con amplias facultades el hecho sedicioso, publicó una declaración acusatoria contra el Gobierno.
Los peronistas declaran que "es ineludible la responsabilidad que le cabe al Gobierno en la gestación y desarrollo de la crisis; la ausencia de una política militar, la falta de una efectiva voluntad de conducción, el ensayo de múltiples y contradictorios mensajes y una actitud concesiva y resignada, son los ingredientes que han abonado el terreno en que se desplegó la rebelión".
En otro punto de la declaración, los peronistas acusan al Gobierno de no haber actuado como debía tras la crisis de la pasada Semana Santa. "Lejos de rectificar errores, omisiones y concesiones", dicen, "el Gobierno ha persistido en la actitud de delegar en las propias instituciones armadas la resolución de cuestiones que corresponden ineludiblemente al poder político".
Comisión radical
El diputado peronista Raúl Carignano lanzó la acusación de que "el oficialismo (los radicales) estaba tan confundido que recién el domingo pudieron decir que Víctor Martínez no estaba en el golpe". Martínez es el vicepresidente de Argentina. A esta acusación Martínez respondió que "hay quienes durante y después de estos episodios se han largado a decir estupideces, proferidas por irresponsables".
Las acusaciones de los peronistas parecen haber indignado a Alfonsín quien, según el diario izquierdista Página 12, llamó por teléfono al líder peronista Antonio Cafiero para decirle que "lo que sucedió es muy grave, es una barbaridad, estoy disgustado" y "usted sabe que lo que dijo Carignano es una barbaridad". Según el periódico, Cafiero se lamentó que Alfansín le llamase "para tirarle la bronca" y no lo hubiese hecho para informarle de la crisis militar.
Los radicales no se quedaron quietos y replicaron que pedirán un informe al Gobierno de la provincia de Buenos Aires, que dirige el líder peronista Cafiero, para que explique "por qué razón, pocas horas antes de la fuga de Rico, se levantaron las consignas policiales que estaban en la quinta de Bella Vista", donde Rico estaba sometido a prisión atenuada.
En los días que precedieron a la huida de Aldo Rico, la quinta fue lugar de peregrinación para algunos políticos, entre elllos políticos del partido del Gobierno (UCR), como el senador radical Juan Trilla.
El jefe del Estado Mayor del Ejército, general Dante Caridi, expresó su malestar por estas visitas y se refirió especialmente a las de radicales.