El Banco de España estima, de forma conservadora, que el crecimiento del PIB ha sido del 4,5% en 1987

El crecimiento de la economía española en 1987 fue del 4,5%, según las estimaciones provisionales del Banco de España con los datos correspondientes a los nueve primeros meses del año. Según un informe del banco emisor, este crecimiento puede ser ligeramente superior en la medida en que el aumento del consumo privado sea mayor del previi3to hasta el pasado mes de septiembre. La demanda interna ha aumentado un 7,2%, mientras que el sector exterior ha restado 2,5 puntos al crecimiento del producto interior bruto.

El objetivo de cerrar el año con un 5 % de inflación y la elevada creación d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El crecimiento de la economía española en 1987 fue del 4,5%, según las estimaciones provisionales del Banco de España con los datos correspondientes a los nueve primeros meses del año. Según un informe del banco emisor, este crecimiento puede ser ligeramente superior en la medida en que el aumento del consumo privado sea mayor del previi3to hasta el pasado mes de septiembre. La demanda interna ha aumentado un 7,2%, mientras que el sector exterior ha restado 2,5 puntos al crecimiento del producto interior bruto.

Más información

El objetivo de cerrar el año con un 5 % de inflación y la elevada creación de empleo, aunque haya seguido aumentando el paro, son otros de los datos básicos resaltados por el banco emisor.El crecimiento del producto interior bruto (PIB) en 1987 sobre el año anterior en un 4,5% supone hacer aún mayor la separación entre la economía española y la de la mayor parte de los países de la Comunidad Europea (CE), que tuvieron en el pasado ejercicio un crecimiento bastante más moderado, en torno al 2% como media. La expansión de la economía española ha tenida como efecto importante un fuerte crecimiento interno, y paralelamente un aumento del volumen de importaciones de bienes para poder hacer frente a la, demanda interna que no podía satisfacerse con productos españoles.

De los componentes de la demanda interna destaca sobre todos el fuerte aumento de la inversión, que ha crecido en 1987 en tasas superiores al 14% en comparación con el año 1986, en que ya había crecido a tasas similares. El reequipamiento industrial que está teniendo lugar en la economía española, que se traduce en fuertes incrementos de la importación de bienes de equipo, permitirá en años próximos un aumento de la capacidad productiva española y una menor dependencia de productos importados para satisfacer la demanda nacional.

Para el Banco de España, "la recuperación del excedente empresarial y la mejora en las posibilidades de financiación de las empresas, el cambio en las expectativas empresariales tras la dureza del ajuste industrial, así como la llegada masiva de capitales procedentes del exterior", explicarían el fuerte proceso de inversión productiva.

Junto a ello, el consumo privado, y en menor medida el público, contribuyeron positivamente al crecimiento de la demanda interna. Al fuerte aumento del consumo privado -4,4%- han contribuido tanto los aumentos nominales de los salarios, en tomo al 7,5%, como el aumento del empleo total, cifrado en un 4% por el Banco de España. El aumento de la remuneración de los asalariados en su conjunto durante el pasado ejercicio. se calcula que fue del 5%, que en una parte importante se ha desviado hacia el consumo y no hacia el ahorro.

El sector exterior

El sector exterior de la economía española, aunque se ha comportado mejor que en 1986, ha seguido restando en el cálculo del producto interior bruto, lo mismo que lo hizo el año anterior. Las exportaciones españolas de bienes y servicios crecieron en 1987 en tomo al 4%, bastante más que en 1986, y con un peso creciente de las corrientes comerciales con los países de la Comunidad Europea, pero las importaciones lo hicieron en proporción aún mayor, hasta situarse en el 18,8%. Las importaciones de bienes de equipo, junto a la entrada de productos de consumo con los que cubrir el exceso de demanda nacional, unido a la reducción de aranceles por la incorporación a la CE, explican la mayor parte de estos fuertes crecimientos.

El informe del Banco de España señala que la mayor actividad económica registrada ha tenido como efecto positivo el crecimiento del número de personas ocupadas durante los nueve primeros meses del año, según los datos de la encuesta trimestral de población activa. Para el Banco de España, las modificaciones introducidas en la metodología de la encuesta han hecho aparecer como activas y ocupadas a personas que antes no figuraban como tales. Pero a pesar de este afloramiento, se señala en el informe que el crecimiento del empleo ha sido de cerca de 300.000 personas hasta septiembre, bastante por encima de lo ocurrido en el mismo período del año anterior.

La mayor actividad y las mejores perspectivas para lograr encontrar un empleo parece que han provocado que este aumento de los empleos no se haya traducido en un descenso del nivel de paro, sino que éste haya seguido aumentando, según los últimos datos disponibles sobre evolución del paro registrado" que se traducirán en incrementos similares en la encuesta de población activa, cuando se hagan públicos los datos del último trimestre del año. La mayor tasa de actividad de los jóvenes y de las mujeres ha hecho, según el Banco de España, que "el crecimiento de la población activa haya sido equivalente al aumento que se ha producido en el empleo".

Inflación a la bajaLa evolución de los precios al consumo en el pasado año puede estar muy cerca de la previsión inicial del Gobierno, en tomo al 5%, que representará una reducción muy fuerte sobre 1986, año en el que la implantación del impuesto sobre el valor añadido (IVA) supuso dos puntos más de inflación de la que se habría producido si no hubiera entrado en vigor ese impuesto. El Banco de España señala en su informe que gracias al descenso de dos décimas en el índice de precios del consumo (IPC) de noviembre es posible alcanzar el objetivo de inflación previsto porque la aceleración que había tenido lugar en los meses anteriores había puesto en peligro dicho objetivo.

Sin embargo, se señala, las tensiones sobre los precios siguen siendo fuertes, y la llamada inflación subyacente de la economía española permanece por encima del 5% con que acabará el año.

Ello supone, sobre todo con vistas a 1988, año en el que el objetivo de inflación es el 3%, que continuará un período de incertidumbre. El informe señala que las medidas de apoyo para frenar subidas de precios decididas hace unos meses continuarán a lo largo de 1988, ya que se va a requerir reducir "al mínimo los elementos de incertidumbre y volatilidad de los precios".

Archivado En