Una sucesión de despropósitos

En Galicia nadie entiende las razones profundas de esta crisis, que todo el mundo califica de absurda. Ni el Parlamento gallego, ni las fuerzas políticas, ni los vecinos de la comarca afectada se explican cómo un simple incidente, la llegada de los 255 bidones del Cason al puerto de Morás, ha podido desbordarse sin que nadie fuera capaz de controlar una situación que ha desembocado en el cierre de la planta de aluminio más moderna de España y una de las tres más importantes de Europa. La opinión general es que ha sido una sucesión de despropósitos en cuyo desarrollo nadie ha tenido la s...

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En Galicia nadie entiende las razones profundas de esta crisis, que todo el mundo califica de absurda. Ni el Parlamento gallego, ni las fuerzas políticas, ni los vecinos de la comarca afectada se explican cómo un simple incidente, la llegada de los 255 bidones del Cason al puerto de Morás, ha podido desbordarse sin que nadie fuera capaz de controlar una situación que ha desembocado en el cierre de la planta de aluminio más moderna de España y una de las tres más importantes de Europa. La opinión general es que ha sido una sucesión de despropósitos en cuyo desarrollo nadie ha tenido la sensatez suficiente para valorar lo que realmente se estaba poniendo en peligro.Paradójicamente, ayer, día 17, estaba convocada una huelga para exigir nuevas inversiones industriales en la provincia, en concreto la instalación de una planta de laminación.

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