Carreras tardará un año en recuperarse plenamente si responde al tratamiento

"No hay ninguna razón por la que José Carreras no pueda volver a su profesión una vez esté restablecido de su enfermedad, pues es lo que hacen la mayoría de los pacientes" dijo a este diario una fuente médica del centro de investigaciones Fred Hutchinson de la ciudad norteamericana de Seattle, donde el tenor catalán se encuentra internado desde principios de este mes. Los médicos que atienden a Carreras coinciden en afirmar que el cantante tardará alrededor de un año en recuperarse por completo, en el supuesto de que no se produzcan complicaciones, que todavía no son descartables.

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"No hay ninguna razón por la que José Carreras no pueda volver a su profesión una vez esté restablecido de su enfermedad, pues es lo que hacen la mayoría de los pacientes" dijo a este diario una fuente médica del centro de investigaciones Fred Hutchinson de la ciudad norteamericana de Seattle, donde el tenor catalán se encuentra internado desde principios de este mes. Los médicos que atienden a Carreras coinciden en afirmar que el cantante tardará alrededor de un año en recuperarse por completo, en el supuesto de que no se produzcan complicaciones, que todavía no son descartables.

La doctora Jean Sanders, que es la responsable clínica del tratamiento que sigue el tenor catalán en Seattle, explicó a este diario que "con un transplante de médula ósea del tipo que le fue practicado el pasado lunes a José Carreras, las perspectivas de curación total de la enfermedad son de un 60%. aproximadamente. De haber sido tratado sólo con quimioterapia y radiaciones, el porcentaje de posibilidades de curación completa hubiese sido tan sólo del 10%".La doctora Sanders, que visita a Carreras "por lo menos tres veces al día", según puntualiza, explicó que "la mayor parte de los pacientes tardan alrededor de un año en sentirse completamente bien, en el supuesto de que no haya complicaciones de ningún tipo. Normalmente, si todo evoluciona bien, las lecturas sanguíneas se recuperan muy rápidamente a medida que la médula reimplantada va creciendo y regenerando la sangre, pero el organismo en general emplea bastante más tiempo en restablecerse".

Acerca del estado emocional del tenor, las diversas fuentes consultadas por este diario en el centro de investigaciones Fred Hutchinson coinciden en que "José Carreras tiene una actitud muy saludable y positiva ante el tratamiento que recibe y concretamente ante el trasplante de médula y sus perspectivas de curación. Desde el principio -ya en Barcelona, donde se entrevistó por vez primera con representantes de este hospital- adoptó una actitud valiente y práctica y decidió pasar por todas las fases del tratamiento".

Voluntad de sobrevivir

"Todos los pacientes están algo asustados cuando vienen a Seattle y el tratamiento siempre produce incomodidades, particularmente durante la administración masiva de quimioterapia y radiaciones integrales que se da en los días anteriores al trasplante de médula, pero la actitud de José Carreras es la de seguir el tratamiento hasta el final, restablecerse por completo y volver a su vida normal", explicó la doctora Sanders.Preguntada acerca de si Carreras se muestra particularmente inquieto por sus posibilidades de volver pronto a los escenarios, la doctora Sanders señaló que "la mayor parte de los pacientes no hablan de sus profesiones con el médico. Cuando los pacientes vienen aquí, lo que más les preocupa es su cuerpo y la posibilidad de curarse definitivamente". La doctora Jean Sanders lleva 12 años trabajando en transplantes de médula ósea, un apartado especial de la especialidad de oncología, que es la rama médica que trata las enfermedades cancerosas. "Aquí en Seattle todos los médicos trabajamos en equipo y por lo tanto he estado directa o indirectamente implicada en todos los transplantes realizados". En los últimos 12 años el centro de investigaciones Fred Hutchinson ha realizado 3.000 trasplantes de médula.

Para la doctora Sanders y para los demás médicos consultados en el centro Hutchinson de Seattle, la actitud vital del paciente es absolutamente esencial en el tratamiento, hasta el punto de que puede hacerlo fracasar o conducirlo al éxito.

"El paciente ha de tener la voluntad de vivir y si la tiene es muchísimo más probable que sobreviva y se restablezca de la enfermedad", explica la doctora Sanders. "Por el contrario, si el paciente decide que no lo va a conseguir o si se rinde a mitad de tratamiento, el médico no puede hacer prácticamente nada; desde este punto de vista la naturaleza humana es sorprendente.

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