Las divergencias sobre -el alto el fuego frustran el diálogo salvadoreño
La reunión que el Gobierno y la guerrilla salvadoreños mantenían desde hace tres días en la capital venezolana concluyó ayer sin ningún acuerdo sobre el alto el fuego y los otros contenidos comprendidos en el plan Esquipulas 2, pero con el propósito de continuar el diálogo. Portavoces de ambas partes y de la Iglesia salvadoreña, que hace de mediadora en las negociaciones, afirmaron que la falta de resultados fue debida a las divergencias de criterios respecto al alto el fuego.
El arzobispo de San Salvador, monseñor Arturo Rivera y Damas, en su calidad de mediador, leyó un comunicado con...
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La reunión que el Gobierno y la guerrilla salvadoreños mantenían desde hace tres días en la capital venezolana concluyó ayer sin ningún acuerdo sobre el alto el fuego y los otros contenidos comprendidos en el plan Esquipulas 2, pero con el propósito de continuar el diálogo. Portavoces de ambas partes y de la Iglesia salvadoreña, que hace de mediadora en las negociaciones, afirmaron que la falta de resultados fue debida a las divergencias de criterios respecto al alto el fuego.
El arzobispo de San Salvador, monseñor Arturo Rivera y Damas, en su calidad de mediador, leyó un comunicado conjunto firmado por los representantes gubernamentales y de la guerrilla agrupada en el Frente Democrático Revolucionario (FDR) y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), en el que se acuerda continuar con el proceso de diálogo, a través de la 3 comisiones ya constituidas de alto el fuego y de otros aspectos de Esquipulas 2 y se decide que esas comisiones se reúnan en la Ciudad de México entre el 30 de octubre y el 4 de noviembre próximos.La comitiva de la guerrilla desmintió que la reunión había fracasado porque ellos se negaran a discutir sobre el alto el fuego y reiteró su disposición a abordar el tema, pero en forma simultánea con los otros aspectos del plan Esquipulas 2.
La delegación del Gobierno salvadoreño declaró, por su parte, que la guerrilla mantuvo "una obstinada negativa a discutir el alto el fuego", planteando "las mismas viejas propuestas y evidenciando una vez más la falta de voluntad política, real y objetiva de abandonar la lucha armada como método para alcanzar el poder político".