Plisetskaya critica la dirección del Bolshoi

Maya Plisetskaya, primera bailarina del Ballet del Teatro Bolshoi de Moscú, se definió ayer en Bilbao corno "una mujer que está siempre en guerra", como Carmen, la protagonista que interpretó el viernes en el teatro Arriaga."Yo he estado siempre en guerra contra aquellos que han querido ahogar mi propia personalidad, mi libertad, empezando por mis jefes. Cuando creé esta obra tuve que librar una batalla para que pudiera salir a la luz. Tras 20 años de representaciones, ahora es una obra clásica, pero cuando se estrenó colocaron pegatinas que decían: 'En vez de ...

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Maya Plisetskaya, primera bailarina del Ballet del Teatro Bolshoi de Moscú, se definió ayer en Bilbao corno "una mujer que está siempre en guerra", como Carmen, la protagonista que interpretó el viernes en el teatro Arriaga."Yo he estado siempre en guerra contra aquellos que han querido ahogar mi propia personalidad, mi libertad, empezando por mis jefes. Cuando creé esta obra tuve que librar una batalla para que pudiera salir a la luz. Tras 20 años de representaciones, ahora es una obra clásica, pero cuando se estrenó colocaron pegatinas que decían: 'En vez de Carmen, Cascanueces".

Maya, Plisetskaya, futura directora del Ballet Lírico Nacioral Español, recientemente contratada por el Ministerio de Cultara, cortó en seco un intento de su representante de finalizar la conferencia de prensa con un enérgico: "Yo administro mi propio tiempo".

Opinó que la perestroika no ha llegado todavía al Teatro Bolshoi de Moscú ni al ballet soviético, "pero tengo la esperanza de que lo hará, aunque la resistencia es muy grande; Gorbachov quiere hacer una vida normal para todos, pero esto en la URSS es muy difícil de conseguir".

"El Bolshoi adolece (le viejos esquemas, y tiene un director dictatoral y personalista que lo está destruyendo. Hoy no hay nada de mítico en el Ballet de Moscú. Antes todas las críticas eran buenas sin excepción, pero de un tiempo a esta parte ya no es así. El Bolshoi no es lo que era".

La bailarina culpabilizó de esta situación al actual director del Ballet, al que criticó tachándole de personalista y egocéntrico y al que acusó de "pensar sólo en su carrera particular, prohibiendo otras coreografías que no sean las suyas, que además las hace todas iguales y sin imaginación. Su última estupidez ha sido prohibir bailar en Moscú al Ballet de Maurice Béjart".

Negó rotundamente que una situación parecida pudiera darse en el Ballet Lírico Nacional, del que pro,nto asumirá la máxima responsabilidad, y dijo que esper a "la máxima ayuda y la máxima difusión y reconocimiento. Llamaré a todos los coreógrafos españoles para que demuestren lo que saben hacer".

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