El festival de cine de Sitges reivindica el mito de Frankenstein

Una exposición analiza la evolución del personaje

El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que se inaugura hoy, celebrará este año un homenaje al mito de Frankenstein, Frankie goes to Sitges. Además de la proyección en vídeo, de los títulos más significativos, una exposición recogerá material gráfico en torno a Frankenstein, desde juguetes hasta historietas, pasando por el uso publicitario del mito. El director de la muestra es Luis Gasca, y el presupuesto es de seis millones de pesetas.

La exposición se ubicará en el palacio Marcel. En el interior de las salas se reconstruirá el laboratorio donde fue fabricado Frankenst...

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El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que se inaugura hoy, celebrará este año un homenaje al mito de Frankenstein, Frankie goes to Sitges. Además de la proyección en vídeo, de los títulos más significativos, una exposición recogerá material gráfico en torno a Frankenstein, desde juguetes hasta historietas, pasando por el uso publicitario del mito. El director de la muestra es Luis Gasca, y el presupuesto es de seis millones de pesetas.

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La exposición se ubicará en el palacio Marcel. En el interior de las salas se reconstruirá el laboratorio donde fue fabricado Frankenstein -un escenario claramente influenciado por la estética expresionista que domina el género- y en el jardín del recinto, explicó Gasca a este diario, se recreará un prado, poblado de margaritas, con un lago, en recuerdo a la secuencia en que Frankenstein ahoga a una niña que pretendía jugar con él.Gasca quiere reivindicar a Frankenstein. Su fealdad provoca el rechazo de la población y la soledad le toma agresivo. En un filme, Frankenstein consigue un contacto humano gracias a que su contertulio es ciego y no responde al prejuicio de que el rostro es el espejo del alma.

"La consolidación del mito de Frankenstein en el cine presenta algunas variaciones con respecto a la novela del XIX, de Mary Shelley. En el cine, por ejemplo, Frankenstein no habla, lo que aumenta su aislamiento. Su mirada patética, sus cicatrices, son suficientemente elocuentes. En este aspecto se asemeja a Tarzán, que apenas necesita de los infinitivos para comunicarse o, más claramente, con Belinda". Según Gasca, Frankenstein es un mito menos prostituido que Drácula.

"Hay juguetes y campañas publicitarias -de hojas de afeitar, por ejemplo- basadas en su figura pero esta explotación no tiene comparación con la sufrida por Drácula a quien he visto protagonizar anuncios para esmaltes de uñas", comenta Gasca.

La muestra recogerá la existencia de un mito hermano al de Frankenstein, se trata del Golem. "Son dos temas íntimamente relacionados. El Golem también es una criatura fabricada por el hombre que defiende a los judíos. En Praga, el cementerio judío contiene inscripciones del Golem". La diferencia fundamental entre ambos personajes es que el Golem es creado por un rabino con autorización divina. Por el contrario, el científico que fabrica a Frankenstein lo hace manipulando sus conocimientos y en el prólogo del filme de James Whale de 1931 se hace una referencia expresa al sacrilegio deicida que supone usurpar a Dios su facultad esencial: crear vida humana. Gasca comentó a este diario que la cristalización literaria del mito en el siglo XIX en Europa, en el contexto de la revolución indutrial, explica este anatema científico. "Hay variantes del mito de Frankenstein en Suramérica, pero allí, al carecerse de tradición científica, se vincula la creación a procesos de brujería".

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