Safari Park pide más de tres millones de indemnización por la muerte de las cebras

La dirección del Safari Park, reserva de animales salvajes situada a 34 kilómetros de Madrid, ha pedido al Gobierno de la comunidad autónoma una indemnización de 3.150.000 pesetas por haber sacrificado el pasado jueves seis cebras (cinco de ellas procedentes de Namibia), un cebrulón y dos burros, como supuesto origen de la peste que ha causado en los dos últimos meses la muerte de más de 300 équidos (caballos, mulos y asnos).

Según fuentes del Safari Park, se ha pedido como compensación simplemente el precio que pagado por estos animales (cada cebra costó unas 350.000 pesetas), uno de l...

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La dirección del Safari Park, reserva de animales salvajes situada a 34 kilómetros de Madrid, ha pedido al Gobierno de la comunidad autónoma una indemnización de 3.150.000 pesetas por haber sacrificado el pasado jueves seis cebras (cinco de ellas procedentes de Namibia), un cebrulón y dos burros, como supuesto origen de la peste que ha causado en los dos últimos meses la muerte de más de 300 équidos (caballos, mulos y asnos).

Según fuentes del Safari Park, se ha pedido como compensación simplemente el precio que pagado por estos animales (cada cebra costó unas 350.000 pesetas), uno de los cuales es un ejemplar de especial singularidad: se trata del cebrulón -híbrido de cebra y asno-, tipo de animal del que sólo existían dos casos en todo el mundo.Los referidos informantes señalaron que un oficio entregado por los funcionarios de la comunidad que sacrificaron a los animales expresa claramente que la muerte de las cebras se decidió como medida preventiva, adoptada aunque no se hubiera confirmado científicamente mediante análisis que eran las causantes de que la peste equina hubiese entrado en España. El propio oficio reconoce la posibilidad de una indemnización, si bien no precisa cantidad alguna.

Alfonso Rico, relaciones públicas del Safari Park, declaró ayer que las informaciones difundidas sobre la peste equina y su presunto origen en esa reserva animal han repercutido negativamente en el número de visitantes, a pesar de que está comprobado que la enfermedad no afecta en modo alguno a las personas. Ayer, domingo, sólo acudieron a recorrer el parque medio centenar de automóviles, cuando la media de los días festivos se sitúa en cerca de 600, según indicó.

"Se nos ha hecho un daño incalculable culpando alegremente a las cebras de haber sido las portadoras de la peste equina", agregó Rico. Los directivos del parque sostienen que es muy probable que el foco de la enfermedad no estuviese en la reserva de animales salvajes. El Safari Park, que continúa abierto al público, tiene cerca de 100 empleados y el precio para los visitantes es de 700 pesetas los adultos y 450 los niños.

Fiebre en la Zarzuela

La mayoría de los caballos estabulados en el hipódromo de La Zarzuela, donde se produce la mayor concentración de equinos en la zona centro, ha reaccionado con fiebres tras recibir la vacuna contra la peste equina, informa Mabel Galaz.El pasado sábado no había apenas actividad en las instalaciones madrileñas, ya que prácticamente todos los ejemplares sufrían procesos febriles. Los veterinarios han aconsejado a los preparadores que interrumpan los trabajos de entrenamiento e incluso los paseos habituales. La puertas de las cuadras están cerradas. Las carreras previstas para el fin de semana pasado fueron suspendidas, y es probable que la reunión del próximo domingo se aplace también.

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Los preparadores consultados son partidarios de que la actividad permanezca interrumpida hasta que la fiebre desaparezca. Los veterinarios pronostican que la reacción a la vacuna comenzará a remitir entre el jueves y el viernes cuando hayan trascurrido 15 días desde que comenzó la vacunación. Sería entonces cuando la actividad pudiese volver a La Zarzuela.

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