Justicialistas

El reciente triunfo del Partido Justicialista (peronistas) en las pasadas elecciones de Argentina no hubiera constituido tanta sorpresa para los lectores de EL PAÍS si éste hubiera analizado con mayor precisión la realidad política de ese importante país. La desilusión inevitable de amplias capas sociales con la Unión Cívica Radical del doctor Alfonsín por sus reiteradas concesiones a los poderes fácticos: las fuerzas armadas y la oligarquía agraria y financiera vinculada a la banca internacional, ha ido pareja con un profundo proceso de renovación en el Partido Justicialista el mayor y...

El reciente triunfo del Partido Justicialista (peronistas) en las pasadas elecciones de Argentina no hubiera constituido tanta sorpresa para los lectores de EL PAÍS si éste hubiera analizado con mayor precisión la realidad política de ese importante país. La desilusión inevitable de amplias capas sociales con la Unión Cívica Radical del doctor Alfonsín por sus reiteradas concesiones a los poderes fácticos: las fuerzas armadas y la oligarquía agraria y financiera vinculada a la banca internacional, ha ido pareja con un profundo proceso de renovación en el Partido Justicialista el mayor y más complejo movimiento de masas de América Latina. Sus líderes renovadores se han ido imponiendo y han ido dejando de lado las mitologías y demagogias del pasado, y proponen, en la línea del APRA de Alan García en Perú, una política alternativa basada en una drástica reducción del pago de los intereses de la deuda externa que permita disponer de los recursos que ahora se exportan, para relanzar la actividad económica y evitar la degradación dramática de los servicios públicos y del nivel de vida. Todo ello dentro de un amplio acuerdo entre los empresarios nacionales y la poderosa central sindical CGT, donde asimismo se han ido imponiendo los dirigentes peronistas más honestos y están quedando marginados los más dudosos, precisamente aquellos con los que ha venido pactando el presidente Alfonsín.- Carlos Zayas Mariategui.