El escándalo financiero de Agrokomerc 'salpica' al primer ministro de Yugoslavia
El primer ministro de Yugoslavia, Brancko Mikulic, que hasta el momento había logrado que su nombre no figurara directamente mezclado con el escándalo financiero de Agrokomerc, ha sido salpicado por el mismo al ser acusado por primera vez ante una comisión parlamentaria federal.
Mikulic, originario de Bosnia-Herzegovina y que durante mucho tiempo fue considerado el hombre fuerte de esa república -en la que Agrokomerc tiene su sede social- ha sido acusado abiertamente por el diputado esloveno Daniel Pucko de haber estado informado desde el mes de enero de la situación financie...
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El primer ministro de Yugoslavia, Brancko Mikulic, que hasta el momento había logrado que su nombre no figurara directamente mezclado con el escándalo financiero de Agrokomerc, ha sido salpicado por el mismo al ser acusado por primera vez ante una comisión parlamentaria federal.
Mikulic, originario de Bosnia-Herzegovina y que durante mucho tiempo fue considerado el hombre fuerte de esa república -en la que Agrokomerc tiene su sede social- ha sido acusado abiertamente por el diputado esloveno Daniel Pucko de haber estado informado desde el mes de enero de la situación financiera de ese complejo agroalimentario y de haberse callado.
"Si el Gobierno federal ignoraba verdaderamente todo este asunto hasta el momento en que ha estallado el escándalo, el mes pasado, eso prueba que él [Mikulic] es absolutamente incapaz de gobernar", ha dicho Pucko, según la prensa de Belgrado.
El diputado esloveno hizo estas declaraciones después de oír el testimonio del director de la Oficina de Contabilidad Federal, Dimitrije Tasic, ante la comisión, en el que ha revelado que el Gobierno de Bosnia-Herzegovina había sido informado en enero de las malversaciones de fondos realizadas por los dirigentes de Agrokomerc, según documentos confidenciales en manos de esa oficina desde abril.
El montante de las letras de cambios y pagarés emitidos sin fondos por Agrokomerc se eleva oficialmente al equivalente en dinares de 320 millones de dólares (38.400 millones de pesetas). Esta malversación -que la Prensa eleva a 870 millones de dólares- es el escándalo financiero más grave en Yugoslavia desde la II Guerra Mundial.