La joven fallecida en accidente no tenía el SIDA

Un distintivo de "atención especial" que como medida de precaución se coloca en aquellos cadáveres de fallecidos que pueden ser donantes de órganos, fue la causa que provocó la sospecha de que la joven de 19 años Ana María Reyes Rodríguez, fallecida en accidente de tráfico en Fuerteventura y cuya capilla ardiente fue, según primeras informaciones después desmentidas, prohibida, padecía el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Según fuentes hospitalarias, las pruebas analíticas que se le practicaron resultaron negativas.

La administración Reagan, por su parte, exigirá las pruebas ...

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Un distintivo de "atención especial" que como medida de precaución se coloca en aquellos cadáveres de fallecidos que pueden ser donantes de órganos, fue la causa que provocó la sospecha de que la joven de 19 años Ana María Reyes Rodríguez, fallecida en accidente de tráfico en Fuerteventura y cuya capilla ardiente fue, según primeras informaciones después desmentidas, prohibida, padecía el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Según fuentes hospitalarias, las pruebas analíticas que se le practicaron resultaron negativas.

Pruebas a emigrantes

La administración Reagan, por su parte, exigirá las pruebas del SIDA a todos los emigrantes y personas que soliciten el visado a partir del 1 de diciembre. Desde el lunes, el SIDA será incluído en la lista de las ocho enfermedades contagiosas que impiden la entrada en Estados Unidos. Asimismo, en la localidad norte americana de Arcadia, grupos de manifestantes incendiaron el viernes la casa de los tres niños con anticuerpos a los que el juez había autorizado a volver al colegio.

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