España pierde ritmo en la reducción de su diferencial con la CE

El terreno ganado por España en los primeros meses del año en la reducción del diferencial de inflación que le separa del resto de países de la Comunidad Europea (CE), se ha moderado en el mes de julio. A pesar de que en la CE se espera que continúe elevándose la tasa de inflación en julio, en España se ha mantenido en el mismo 4,9% del mes de junio, por lo que el ritmo de reducción diferencial se ha ralentizado. En el mes de enero, España comenzó con una tasa anual del 6,1% frente al 2,9% del conjunto de países de la CE y un 2,4% para los diez. A lo largo de los seis primeros mese...

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El terreno ganado por España en los primeros meses del año en la reducción del diferencial de inflación que le separa del resto de países de la Comunidad Europea (CE), se ha moderado en el mes de julio. A pesar de que en la CE se espera que continúe elevándose la tasa de inflación en julio, en España se ha mantenido en el mismo 4,9% del mes de junio, por lo que el ritmo de reducción diferencial se ha ralentizado. En el mes de enero, España comenzó con una tasa anual del 6,1% frente al 2,9% del conjunto de países de la CE y un 2,4% para los diez. A lo largo de los seis primeros meses del año, los precios- españoles se redujeron hasta el 4,9%, mientras -los de los doce aumentaron al 3,2% y al 2,9% en la CE menos España y Portugal.

El aumento de un 1 % en el IPC del mes de Julio, que ha situado la tasa de inflación en el mismo 4,9% de junio, ha supuesto una ruptura en esta tendencia a la reducción del diferencial de precios con los países de su entorno. Lo mismo ha ocurrido respecto a Estados Unidos, cuya inflación estaba en enero en el 1,4% y en mayo al 3,8%, con previsiones de nuevas alzas en los precios norteamericanos.

Las estimaciones para los países industrializados de Occidente señalan que del 3,25% de inflación del primer semestre, pasará a un 3,5% al terminar el año y a un 3,75% en la primera parte de 1988.

Estas impresiones contrastan con las declaraciones efectuadas ayer por el secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, quien estimó positivo el hecho de que el diferencial de inflación con los países de la OCDE se mantenga estable, siendo del orden de los dos puntos en julio frente a los cinco puntos de principios de año. Los expertos consideran, sin embargo, que España no está en las mejores condiciones para beneficiarse de los impulsos antiinflacionistas procedentes del exterior, como son la caída en los precios del petróleo y del dólar.

Las presiones al alza en el tipo de cambio de la moneda española para no perjudicar la balanza comercial, contrastan con la elasticidad de otros sistemas monetarios para adecuarse a las circunstancias actuales.

Aumentar las exportaciones

Según las últimas estimaciones del Ministerio de Economía, en la segunda parte del año se espera que las importaciones se encarezcan en torno al 2,5%, varias décimas por encima de la evolución esperada para las exportaciones. En el primer semestre, los precios de las compras españolas al exterior bajaron una media cercana al 6% y los de las ventas aumentaron un 1,5%. Como se parte de que la economía mundial seguirá estancada, el principal reto económico para este año es el aumento en las exportaciones totales más del 6% -1 % y 3% en 1986 y 1987y desacelerar las importaciones hasta tasas enferiores al 10% -15% en 1986 y 13% en 1987-. Así se pretende reducir el efecto negativo que ha tenido el sector exterior sobre el crecimiento económico en 1986 y 1987.

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