Crítica:DANZA

La evolución de los pasos

La danza contemporánea en Madrid está adquiriendo un nivel apreciable. La avanzada la constituyen grupos como Bocanada, con su investigación de vanguardia, y Carmen Senra, con un trabajo que hasta ahora se juzgaba como más conservador. Es lo interesante del panorama madrileño: las vertientes son muy diversas a pesar de carecer de infraestructura y de la bochornosa indiferencia del Ministerio de Cultura por las manifestaciones del baile actual.Primera edición es una elaboración de grupo respetuosa del entrenamiento diario que se vio destrozada, como el resto de la función, por la mala, c...

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La danza contemporánea en Madrid está adquiriendo un nivel apreciable. La avanzada la constituyen grupos como Bocanada, con su investigación de vanguardia, y Carmen Senra, con un trabajo que hasta ahora se juzgaba como más conservador. Es lo interesante del panorama madrileño: las vertientes son muy diversas a pesar de carecer de infraestructura y de la bochornosa indiferencia del Ministerio de Cultura por las manifestaciones del baile actual.Primera edición es una elaboración de grupo respetuosa del entrenamiento diario que se vio destrozada, como el resto de la función, por la mala, calidad de la luminotecnia, tanto en el diseño de discoteca barata como en la práctica de iluminar a los bailarines.

Carmen Senra Danza Contemporánea

Primera edición, Paul Grey / Chuck Mangione; Cuerpo-espíritu, Airton Tenorio / Villalobos-Gismonti; Personal e intransferible, Carmen Senra / Bobby Mac Ferrin. Cuartel de Conde Duque. Madrid, 14 de julio.

Cuerpo-espíritu tiene su gracia en un tono algo retro que toca lo cursi. Sus mejores momentos son los del paso a dos entre la propia Senra y Tenorio. La imbricación del cuerpo de baile no está totalmente resuelta, y su papel se vuelve mecánico, de comparsa. El tema es melodramático y de un sentimentalismo anticuado. La sobriedad del baile de Senra logra diluir la historia para que se disfrute su ejecución, con un acento muy personal.

Lo mejor fue Personal e intransferible, que significa varias cosas: evolución hacia códigos más actuales, explotación consciente de las cualidades personales de los intérpretes y una concepción global llena de rapidez. La coreografía tiene fuerza, y su base compositiva hace que el baile de Tony Escartín y Gloria García encuentre oportunidad de lucir su dinámica. También destacan Mónica Runde, con una técnica de arriesgadas colocaciones que se resuelve en poses de gran belleza, y Susana Casenave, con un acento lírico. Toda la plantilla de danzantes ha superado mucho su bagaje y capacidad técnica. La pieza necesita rodaje, mayor coordinación en las escenas conjuntas y rectificaciones en la unidad de un vestuario eficaz que desempeña un importante papel ambiental. Es un buen ballet, un paso de gigante para su autora, que demuestra entrar en una madurez interesante y llena de cambios formales.

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