La sabiduría de un 'cantaor'

Con dos actuaciones consecutivas en Madrid, Fosforito ha confirmado que se halla en un magnífico momento. Con fuerza, con una fabulosa capacidad de comunicación. Que es, quizá, el cantaor más sabio de hoy, lo sabemos desde hace tiempo. Fosforito lo canta todo, y muy bien. A veces de manera extraordinaria, como ocurrió en San Antonio. No pudo tanto al día siguiente. Son las cosas del flamenco. Fosforito tuvo algún problema con la voz y no alcanzó la brillantez de la noche anterior, aunque sí dio la medida de su quehacer sabio y ortodoxo. Los dos días le acompañó Enrique de Melchor con su perfec...

Con dos actuaciones consecutivas en Madrid, Fosforito ha confirmado que se halla en un magnífico momento. Con fuerza, con una fabulosa capacidad de comunicación. Que es, quizá, el cantaor más sabio de hoy, lo sabemos desde hace tiempo. Fosforito lo canta todo, y muy bien. A veces de manera extraordinaria, como ocurrió en San Antonio. No pudo tanto al día siguiente. Son las cosas del flamenco. Fosforito tuvo algún problema con la voz y no alcanzó la brillantez de la noche anterior, aunque sí dio la medida de su quehacer sabio y ortodoxo. Los dos días le acompañó Enrique de Melchor con su perfección habitual.Turronero hacía tiempo que no venía a Madrid. Se centró en el compás, que es lo suyo, y nos dio excelentes cantes por soleá y por tientos-tangos; también por bulerías, con muchos ecos de Utrera y Lebrija. A Mercé, en cambio, le oímos con frecuencia por aquí, manteniéndose en su línea de gran cantaor en todo lo que hizo. Sálako es solvente cuando va por derecho, y en esta ocasión lo hizo así, pero quizá se equivocó al elegir cantes demasiado duros. Las Truco pusieron su mejor voluntad para agradar, y quizá llevadas por ello prolongaron demasiado su actuación. Tuvieron así ocasión de demostrar ampliamente sus saberes, pero también lo que todavía les falta de experiencia.