Probable acuerdo de la CE en dos únicos temas económicos en la 'cumbre' de Venecia

La Comunidad Europea (CE) sólo estará de acuerdo en el mejor de los casos, en dos de los cinco grandes temas económicos que serán abordados en la cumbre de Venecia: la política macroeconómica y la ayuda al Tercer Mundo. Ésta es la principal conclusión de una conferencia de prensa dada ayer por el presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors.En la reunión de Venecia participarán los jefes de Estado o de Gobierno de las siete grandes potencias industriales del mundo -cuatro de ellas pertenecen a la CE-, pero también asistirá el actual presidente del Consejo de Ministros de...

La Comunidad Europea (CE) sólo estará de acuerdo en el mejor de los casos, en dos de los cinco grandes temas económicos que serán abordados en la cumbre de Venecia: la política macroeconómica y la ayuda al Tercer Mundo. Ésta es la principal conclusión de una conferencia de prensa dada ayer por el presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors.En la reunión de Venecia participarán los jefes de Estado o de Gobierno de las siete grandes potencias industriales del mundo -cuatro de ellas pertenecen a la CE-, pero también asistirá el actual presidente del Consejo de Ministros de la Comunidad, el primer ministro belga, Wilfried Martens, y Delors, que dijo ayer que "permanecerá silencioso".

El jefe del Ejecutivo comunitario reveló que esperaba las respuestas de los Gobiernos de los doce a dos propuestas de la Comisión tendentes a la adopción de una postura común sobre los dos únicos temas que pueden suscitar un consenso entre los socios europeos.

Si entran en esta dinámica, añadió, "sería la primera vez que los cuatro países que participarán en la cumbre aceptan concertarse entre ellos y también con aquellos que no estarán en Venecia".

En los demás temas inscritos en la agenda, y especialmente en la coordinación de las políticas económicas y monetarias, Delors anticipó que no podría participar en el debate a causa, principalmente, de la oposición del Reino Unido y, más aún, de la República Federal de Alemania, que discrepan con sus socios europeos. El Gobierno de Bonn se niega a reactivar su economía por temor a provocar un auge de la inflación y a incrementar el déficit presupuestario.