RELIGIÓN

Suquía quita importancia al boicoteo de los obispos a la Embajada en el Vaticano

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, cardenal Angel Suquía, dijo ayer que el episcopado español respondió a la invitación del Gobierno español en la misma línea en la que se había cursado tal invitación durante la recepción que ofreció el pasado domingo la Embajada de España ante la Santa Sede con motivo de la beatificación de las tres primeras mártires de la guerra civil, de un cardenal y de un sacerdote.

La falta de asistencia de la mayor parte de los miembros del episcopado español y de los altos cargos de la secretaría papal fue considerada en medios dipl...

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El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, cardenal Angel Suquía, dijo ayer que el episcopado español respondió a la invitación del Gobierno español en la misma línea en la que se había cursado tal invitación durante la recepción que ofreció el pasado domingo la Embajada de España ante la Santa Sede con motivo de la beatificación de las tres primeras mártires de la guerra civil, de un cardenal y de un sacerdote.

La falta de asistencia de la mayor parte de los miembros del episcopado español y de los altos cargos de la secretaría papal fue considerada en medios diplomáticos como un boicoteo a la recepción. Según el presidente de la Conferencia Episcopal, no existió ningún tipo de boicoteo ni siquiera descortesía por ninguna de las dos partes.Lo que pasó, en opinión de Suquía, es que la comisión enviada por el Gobierno para representar al Estado en la ceremonia tenía un carácter muy localizado (vicepresidente del Congreso de los Diputados y diputado por Guadalajara; alcaldes de Guadalajara y de Tortosa y alcalde y gobernador Civil de Sevilla) y por eso también la Iglesia española estuvo representada en la recepción con los obispos locales (obispos de Tortosa, y Guadalajara y arzobispo de Sevilla), en consonancia con los lugares de procedencia de los nuevos beatos.

El cardenal Ángel Suquía hizo estas declaraciones en el trascurso de una comida coloquio celebrada ayer en el Club Siglo XXI y tras la entrevista de una hora y medía que celebró en el palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno, Felipe González. En esta entrevista se trató "sobre los recelos y desconfianzas mutuas y la necesidad de superarlas si queremos avanzar en las relaciones Iglesia-Estado", afirmó Suquía.

Asistieron a la comida, entre otros, los ex ministros José Solís, Alfredo Sánchez Bella, Laureano López Rodó, José Luis Álvarez y Antonio Garrigues y Díaz Cañabate.

Por otra parte, el sustituto del secretario de Estado vaticano, el arzobispo español Eduardo Martínez Somalo, explicó a los periodistas españoles, a bordo del avión que conducía al papa Juan Pablo II hacia Uruguay, que su ausencia de la recepción en la Embajada española se debió exclusivamente a que había estado muy ocupado preparando el viaje papal a varios países latinoamericanos y que no se trató de un gesto de protesta ni contra la delegación enviada por el Gobierno ni por la situación personal del embajador ante la Santa Sede, Gonzalo Puente Ojea, que ha pedido el divorcio, según informa Juan Arias.

Martínez Somalo añadió que sigue convencido de que hubiese sido mucho mejor para el mismo Gobierno el haber enviado una delegación más "pluralista", subrayando que "también entre los socialistas hay católicos que cuando llega la consagración se ponen de rodillas", dando a entender que ninguno de los que representaban al Estado en San Pedro era católico.

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