Escándalo en la RFA por la venta a Egipto de alimentos de alto contenido radiactivo

El Gobierno de Bonn tiene indicios de que en el puerto egipcio de Alejandría hay almacenadas grandes cantidades de productos alimenticios alemanes altamente contaminados por la nube radiactiva producida por la catástrofe de la central nuclear soviética de Chernobil, declaró ayer el ministro de Medio Ambiente de la República Federal de Alemania (RFA), Walter Wallmann. El Gobierno pagó indemnizaciones a varias empresas para que destruyeran los productos contaminados que, en algunos casos, se vendieron en el Tercer Mundo.

Un total de 150 vagones de tren cargados con 3.000 toneladas de ...

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El Gobierno de Bonn tiene indicios de que en el puerto egipcio de Alejandría hay almacenadas grandes cantidades de productos alimenticios alemanes altamente contaminados por la nube radiactiva producida por la catástrofe de la central nuclear soviética de Chernobil, declaró ayer el ministro de Medio Ambiente de la República Federal de Alemania (RFA), Walter Wallmann. El Gobierno pagó indemnizaciones a varias empresas para que destruyeran los productos contaminados que, en algunos casos, se vendieron en el Tercer Mundo.

Un total de 150 vagones de tren cargados con 3.000 toneladas de leche en polvo radiactiva están creando graves quebraderos de cabeza a las autoridades de la RFA. Después de un largo periplo por la red viaria alemana, los vagones han ido a parar a vías muertas en las estaciones de Colonia y Bremen, bajo fuerte vigilancia policial. Esta leche fue ordeñada poco después de la catástrofe de Chernobil, ocurrida el 26 de abril, a vacas que comieron hierbas contaminada por la nube radiactiva que cruzó Europa. La leche tenía entonces un nivel de radioactividad inferior a los 600 becquerelios por kilo, por lo que se procesó. Sin embargo, el polvo lácteo resultante, y ahora itinerante, tiene cerca de 6.000 becquerelios, un nivel de radiactividad peligroso.

Una compañía del estado de Hesse, Lopex, pagó 50 marcos (3.500 pesetas) por tonelada a la productora bavara, Meggle GmbH, que procesa gran parte de la leche de la región. Meggle GmbH había obtenido ya una indemnización de 3,8 millones de marcos del Gobierno para destruir esta leche contaminada. Un director de Lopex reconoció ayer que esta leche estaba destinada a Egipto y otros países, para pienso animal.

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