Fernando Colomo dirige y fotografía su nueva película

Antonio Resines y Verónica Forqué interpretan 'La vida alegre'

El director Fernando Colomo rueda en Madrid su nueva película, La vida alegre, y con ella vuelve al estilo narrativo que iniciara en Tigres de papel y que éI llama "género local". En su séptimo filme, lejos de la superproducción de El caballero del dragón, descansa volviendo a los temas cotidianos. En esta ocasión, es el cruce de mundos entre dos médicos: ella trabaja en un centro de enfermedades de transmisión sexual y él es un ascendente funcionario ministerial. La pareja principal está interpretada por Antonio Resines y Verónica Forqué y en la película trabajan cerca de 30 actores. Colomo l...

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El director Fernando Colomo rueda en Madrid su nueva película, La vida alegre, y con ella vuelve al estilo narrativo que iniciara en Tigres de papel y que éI llama "género local". En su séptimo filme, lejos de la superproducción de El caballero del dragón, descansa volviendo a los temas cotidianos. En esta ocasión, es el cruce de mundos entre dos médicos: ella trabaja en un centro de enfermedades de transmisión sexual y él es un ascendente funcionario ministerial. La pareja principal está interpretada por Antonio Resines y Verónica Forqué y en la película trabajan cerca de 30 actores. Colomo lleva la cámara, trabaja de segundo operador, y con ello cumple un viejo deseo que piensa repetir si la experiencia funciona.

Colomo, de 40 años, abrió camino con Tigres de papel (1977), con caras nuevas y las historias cotidianas como foco de interés para el público. Continuó el reflejo de la vida misma con ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? y empezaron a llamarle "padre de la comedia madrileña". Entre 1980 y 1983 filmó La mano negra, Estoy en crisis y La línea del cielo, contando, al igual que en los comienzos, con caras nuevas en el reparto. Como paréntesis de ficción, el pasado año estrenó El caballero del dragón, un proyecto más ambicioso de cine internacional y de efectos especiales; catalogada como la producción española más cara (300 millones), recibió el 50% de subvención ministerial pero no alcanzó el beneficio económico esperado.La vida alegre pretende ser una película de personajes vivos y de la calle", y es, confiesa el director, "más esperpéntica aún que Tigres". El proyecto inicial de Colomo era una especie de docudrama que contara las vicisitudes del personal que trabaja en los centros de prevención y tratamiento de enfermedades sexuales y de las gentes que acuden a ellos, pero esa idea, pensada para televisión, se fue transformando en guión cinematográfico. Tras los sucesivos cambios -"he hecho cinco guiones", dice-, la historia se fue tiñendo de humor.

Ensayo en vídeo

El rodaje tiene una duración prevista de ocho semanas, de las que han transcurrido ya siete. Las dos primeras fueron de ensayo, con grabaciones en vídeo de distintas secuencias. "Esta fórmula, que ya he tanteado en Estoy en crisis, me permite estudiar distintas versiones y hacer un trabajo cuidado con los actores. Me encanta el trabajo con los actores, y trato de aprovechar sus improvisaciones", afirma Colomo.Zonas madrileñas de diversión y cutrerío, como Ballesta o Chueca, han servido de escenario para las andanzas alegres de los personajes de la película, que cuenta con sonido directo. Massiel, Ana Obregón, Rafaela Aparicio, Chus Lampreave, Tina Sainz, Willy Montesinos, Alicia Sánchez y Javier Gurruchaga desempeñan papeles destacados.

La película tiene un presupuesto de 94 millones de pesetas, con el 50% de subvención del Ministerio de Cultura, y 28 millo nes correspondientes a los derechos de antena en TVE, y su estreno está previsto para febrero o marzo próximos.

En el equipo técnico interviene mucha gente joven (una media de 24 años), con mayoría fe menina, y trabajan meritorios en producción, sonido, cámara y vestuario. Director y productora están encantados con ello, pues consideran que trabajar con jóvenes imprime estilo. Colomo se siente muy apoyado por su equipo y contento de lograr un rodaje relajado, con horario cómodo y jornadas de 9.00 a 16.00.

El hecho de que Fernando Colomo, autor del guión, dirija y trabaje en su película como segundo operador, al frente de la cámara, ha causado extrañeza en medios cinematográficos. "La gente se ha escandalizado porque hago de segundo", comenta Colomo, "y no lo hago por ahorrarme un sueldo; el operador, Javier Salmones, cobra por las dos cosas, por primero y por segundo. Llevo la cámara porque me gusta, es algo que ya había intentado en La línea del cielo y que ahora pongo en práctica. Si la experiencia funciona, seguiré probando. Siempre hago planos en mis películas, porque así controlo más el producto".

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