Crítica:MÚSICA CLÁSICA

Zabaleta y el 'Concierto de arpa'

La versión del drama sobre texto de Jean Cocteau, versión latina de Jean Danielou, fue clara y convincente tanto por el trabajo del director como por la labor de los solistas, Elizabeth Laurence, soprano; Ian Caley, tenor más valioso como intérprete que como voz de lujo; el veterano Louis Devos; el excelente bajo Kurt Wicliner y el recitador Pierre Rousseau. Música de un dramatismo entre simbólico y esquemático, más que neoclasicista, supone uno de los capítulos de renacimiento del pasado, tan abundantes como significativos en la obra del gran clásico de nuestro siglo.El año próx...

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La versión del drama sobre texto de Jean Cocteau, versión latina de Jean Danielou, fue clara y convincente tanto por el trabajo del director como por la labor de los solistas, Elizabeth Laurence, soprano; Ian Caley, tenor más valioso como intérprete que como voz de lujo; el veterano Louis Devos; el excelente bajo Kurt Wicliner y el recitador Pierre Rousseau. Música de un dramatismo entre simbólico y esquemático, más que neoclasicista, supone uno de los capítulos de renacimiento del pasado, tan abundantes como significativos en la obra del gran clásico de nuestro siglo.El año próximo se cumple el centenario del nacimiento de Heitor Villa-Lobos, una de las más grandes figuras de la música americana y uno de los autores más prolíficos de su tiempo. En su nómina abundan páginas de calidad y gran belleza. Así, el Concierto para arpa y orquesta, escrito por solicitud de nuestro gran Nicanor Zabaleta en 1953 y estrenado dos años después en Filadelfia.

Orquesta y Coro Nacionales

Director: Maximiano Valdés. Obras de Villalobos y Stravinski. Nicanor Zabaleta (arpa), ElizabethLaurence (soprano), Ian Caley (tenor), Louis Devos (tenor), Kurt Widiner (bajo) y Pierre Rousseau (recitador). Teatro Real. 12 de diciembre.

El filorromántico de tonos y de intención leve aparece en esta obra, que apenas acusa otro brasilismo que el inevitable de carácter, para tornarse expresivista y, a veces, casi impresionista si aceptamos que puede que existan muchas versiones de tal concepto. Varia y precisa de forma, la obra concede al arpa amplio margen de virtuosismo que Zabaleta aprovecha con creces para testimoniar que su arte y su técnica se conservan tan jóvenes como su talante. Triunfo grande del intérprete vasco y no menos de sus colaboradores.

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