Los grandes en la guitarra
La guitarra era prácticamente desconocida en Centroeuropa durante el siglo XVIII. Ésta fue la causa por la que Juan Sebastián Bach no compuso ninguna obra para este instrumento, pese a que se prestaba plenamente a su lenguaje.Desde la transcripción que realizara Andrés Segovia de la violinística Chacona, pocos han sido los guitarristas que han resistido la tentación de acercarse a la producción del cantor de Leipzig a través de transcripciones, en ocasiones de dudosa calidad.
Siempre se corre el riesgo, al escuchar una transcripción, de tomar como punto de referencia la versión o...
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La guitarra era prácticamente desconocida en Centroeuropa durante el siglo XVIII. Ésta fue la causa por la que Juan Sebastián Bach no compuso ninguna obra para este instrumento, pese a que se prestaba plenamente a su lenguaje.Desde la transcripción que realizara Andrés Segovia de la violinística Chacona, pocos han sido los guitarristas que han resistido la tentación de acercarse a la producción del cantor de Leipzig a través de transcripciones, en ocasiones de dudosa calidad.
Siempre se corre el riesgo, al escuchar una transcripción, de tomar como punto de referencia la versión original. Craso error, cuyo resultado será, siempre la decepción. Otras veces ocurre el fenómeno inverso: cuando la transcripción se hace más popular que el original.
II Encuentro Internacional de Guitarra
Obras de Juan Sebastián Bach, Heitor Villalobos y Benjamin Britten. Intérprete: Góran Söllscher, guitarrista. Concierto celebrado en los Reales Alcázares de Sevilla el día 15 de octubre.
Quizá el ejemplo más notorio sea el caso de los célebres Cuadros de una exposición. La orquestación, que en realidad se trata de una transcripción para orquesta, realizada por Ravel sobre el original para piano de Mussorgsky, es hoy más conocida que éste. Cuando se escuchan los Cuadros de una exposición en el piano es difícil no tener presente la obra de Ravel, con lo que se comete el error de apreciar, con falsos parámetros, una pieza maestra en sí misma, como lo es la de Ravel en otro sentido.
11 cuerdas
El guitarrista Göran Söllscher fue el encargado de abrir el recital, en el que ofreció una transcripción propia de la Suite en sol mayor para violonchelo de Juan Sebastián Bach, interpretándola en una guitarra de 11 cuerdas, denominada alto guitar, diseñada y construida por Georg Bolin, resultado de añadir a la guitarra tradicional cinco cuerdas más por debajo del mi grave.Que la sobriedad en modo alguno está reñida con la musicalidad lo puso de manifiesto el guitarrista sueco en la segunda parte del programa. Parece dificil, después de interpretar un Bach tan auténtico y preciso, dar el salto a la música colorista de Villalobos. Si en la primera parte asombró al público con su perfección, en la segunda entusiasmó con sus versiones preciosistas de obras del compositor brasileño.