Shevardnadze muestra en Londres la predisposición soviética a mejorar sus relaciones con EE UU

El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, manifestó ayer a sus interlocutores británicos su deseo de que su próxima entrevista con el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, sea tan productiva y útil como sea posible" pero no adelantó ninguna fecha para tal entrevista. Shevardnadze, que termina hoy una visita oficial de tres días al Reino Unido -primera de un responsable de la política exterior soviética desde 1976-, celebró ayer una segunda sesión de trabajo, de dos horas y media de duración, con su anfitrión, el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey ...

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El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, manifestó ayer a sus interlocutores británicos su deseo de que su próxima entrevista con el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, sea tan productiva y útil como sea posible" pero no adelantó ninguna fecha para tal entrevista. Shevardnadze, que termina hoy una visita oficial de tres días al Reino Unido -primera de un responsable de la política exterior soviética desde 1976-, celebró ayer una segunda sesión de trabajo, de dos horas y media de duración, con su anfitrión, el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, calificada por fuentes británicas de "extremadamente útil".

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En sus conversaciones de ayer, celebradas en Lancaster House, donde se gestó la independencia de Zimbabue, Shevardnadze, según fuentes diplomáticas británicas, repitió la propuesta hecha por Mijail Gorbachov en Budapest sobre el desarme convencional desde los Urales hasta el Atlántico y explicó cómo se podría considerar el estudio de esa propuesta dentro del marco de las negociaciones de Estocolmo (Conferencia, sobre Desarme en Europa) o de Viena (negociaciones para la reducción mutua y equilibrada de fuerzas convencionales en Europa).Por su parte, Howe puso de relieve la importancia que el Gobierno británico concede a la reducción de armas convencionales para a continuación referirse a la aparente contradicción que existe en los planteamientos soviéticos: de una parte, la ambiciosa propuesta de Budapest, y de otra, la negativa a aceptar modestos acuerdos en Estocolmo y Viena.

Con relación a la prohibición total de pruebas nucleares, el secretario del Foreign Office hizo especial hincapié en el tema de la verificación, que hasta ahora ha constituido el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo.

La visita del ministro soviético a Londres ha coincidido con la presentación ayer en Ginebra de un plan del Reino Unido destinado a conseguir un acuerdo internacional para la eliminación de armas químicas. El plan, expuesto en la conferencia de desarme por el ministro de Estado del Foreign- (Office, Timothy Renton, le fue expuesto el lunes a Shevardnadze por Howe en su primera ronda de conversaciones y, según fuentes británicas, atrajo el interés del dirigente soviético.

Fórmula de compromiso

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La propuesta británica trata de conseguir una fórmula de compromiso entre las posiciones occidentales y de la URSS. Prevé un plazo de 10 días para que el Estado cuestionado pueda contestar sobre la sospecha de que almacena o produce armas químicas y permite a ese Estado, en circunstancias muy limitadas, el derecho a negarse a una inspección directa, siempre que proponga medios alternativos.Después de pasar revista a una serie de temas (desde la posible cooperación entre la Comunidad Europea y el Comecon hasta la situación en los conflictos regionales, Suráfrica, América Central, Camboya y Vietnam) los dos ministros analizaron el contexto de las relaciones Este-Oeste. En este sentido, Howe manifestó que Estados Unidos estaba considerando con toda seriedad las últimas propuestas soviéticas en Ginebra.

Por su parte, Shevardnadze, siempre según fuentes británicas, manifestó que la cumbre entre Gorbachov y el presidente Ronald Reagan necesita una laboriosa elaboración "para que sea productiva" y añadió que era necesario "trabajar duro". A este respecto, señaló que deseaba que su reunión con Shultz fuera "lo más productiva y útil".

Ambos ministros firmaron diversos acuerdos en Lancaster Bouse sobre materia económica y cooperación industrial y uno histórico sobre compensaciones financieras que pone fin a un contencioso entre Londres y Moscú que ha durado seis décadas. Londres accede a devolver los activos soviéticos congelados en represalia por el no pago por la URSS de las deudas contraídas por la Rusia zarista, y a cambio, Moscú cancela su reclamación de 2.000 millones de fibras esterlinas como compensación a la intervención británica en la guerra civil que se produjo en Rusia tras la Revolución de Octubre.

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