Cartas al director

Joaquín Costa y Franco

Me asombró la comparación que hizo Francisco Umbral, en El Español y Franco, entre el odiado dictador y Joaquín Costa, con el célebre "León de Graus". Es verdad que Costa refiriéndose a nuestro país decía: "Horno non habeo", y que hacía falta "un cirujano de hierro" o un "hombre superior", pero podía decirlo porque conocía perfectamente los grandes defectos de nuestra España.Pero Joaquín Costa fue un republicano, un hombre democrático, un gran sabio que dominaba por excelencia todas las ramas del saber humano. Se dedicó a la política y salió elegido diputado, pero luego, decepcionado po...

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Me asombró la comparación que hizo Francisco Umbral, en El Español y Franco, entre el odiado dictador y Joaquín Costa, con el célebre "León de Graus". Es verdad que Costa refiriéndose a nuestro país decía: "Horno non habeo", y que hacía falta "un cirujano de hierro" o un "hombre superior", pero podía decirlo porque conocía perfectamente los grandes defectos de nuestra España.Pero Joaquín Costa fue un republicano, un hombre democrático, un gran sabio que dominaba por excelencia todas las ramas del saber humano. Se dedicó a la política y salió elegido diputado, pero luego, decepcionado por la existencia de farsantes, aventureros y politicastros de mala fe y peor ralea, de tantos caciques que labraron en gran parte la ruina de la más rica de las naciones, optó por un retiro voluntario junto al pueblo gradense que lo idolatraba. Allí vivió su tragedia en una inmensa pobreza, por no querer aceptar las dádivas de los desaprensivos que, como Lerroux, fueron a Graus para mirar de torcer su honradez. Me parece una vergüenza que ahora, después de tantos años, nos los comparen con aquel general que en zona republicana era conocido con el sobrenombre de "Pitimini" y, que luego se ensañó sobre todo un pueblo.-

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