Estados Unidos y la ONU

THE WASHINGTON POSTCuando la VI Flota norteamericana entró en el golfo de Sirte el mes pasado, los portavoces de la Casa Blanca trataron el episodio como si de una acción policial se tratase, pero con dos mensajes diferentes. El primero venía a decir que el derecho internacional prohíbe la existencia de zonas de exclusión semejantes a la línea de la muerte trazada por Gaddafi. El segundo, muy relacionado con el anterior, rezaba que el terrorismo constituye una violación de las normas internacionales.Cuando los bombarderos norteamericanos se vaciaron sobre Líbano algunas semanas más tard...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

THE WASHINGTON POSTCuando la VI Flota norteamericana entró en el golfo de Sirte el mes pasado, los portavoces de la Casa Blanca trataron el episodio como si de una acción policial se tratase, pero con dos mensajes diferentes. El primero venía a decir que el derecho internacional prohíbe la existencia de zonas de exclusión semejantes a la línea de la muerte trazada por Gaddafi. El segundo, muy relacionado con el anterior, rezaba que el terrorismo constituye una violación de las normas internacionales.Cuando los bombarderos norteamericanos se vaciaron sobre Líbano algunas semanas más tarde, el presidente Reagan invocó como justificación el derecho internacional: las cláusulas sobre autodefensa contenidas en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

No constituye sorpresa alguna que Estados Unidos, después de largas provocaciones, haya actuado como el instrumento vengador del tan utilizado derecho internacional. Desde comienzos del siglo XIX, cuando el presidente Madison envió a los marines a luchar contra los piratas de Berbería, América ha defendido las normas internacionales, que se han convertido en instrumento al servicio de los intereses de Estados Unidos en lo que a estabilidad se refiere. Lo que sí resulta sorprendente es que el mismo país que defiende el derecho internacional frente al terrorismo y exhorta a los demás a obrar de la misma manera lo viole en las Naciones Unidas.

( ... ) Estados Unidos planea reducir su contribución económica a las Naciones Unidas en un 40% -alrededor -de 80 millones de dólares-, y al hacerlo está violando sus obligaciones legales internacionales contenidas en la Carta de las Naciones Unidas. (... )

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Las obligaciones económicas respecto a las Naciones Unidas no se toman por una decisión unilateral. Éstas son asignadas de acuerdo con una fórmula negociada establecida en el artículo 17, una disposición obligatoria de la Carta, basada en el producto nacional bruto de los países miembros.

El artículo 17 no obliga de modo alguno a ningún país a pagar un porcentaje concreto. Por el contrario, a requerimiento de Estados Unidos, la Asamblea General ya ha reducido en tres ocasiones sus cuotas. Si el pueblo norteamericano desea que sea reducido de nuevo -cualquiera que sea la cantidad-, existe un procedimiento para la negociación.

Pero elcurso legal ha sido ignorado. Irónicamente, en su recurso colectivo tanto el Congreso como la Administración han lesionado la talla y la credibilidad de América como defensora del derecho internacional precisamente en el nusmo momento en que se estaba dedicando a exhortar a otros países a unirse en la defensa del derecho internacional contra el terrorismo. Esta doble posición debería intranquilizar a los diseñadores de la política norteamericana. ( ... )

Después de todo, Estados Unidos es miembro de organizaciones y signatario de numerosos tratados que le son vitales para sus intereses nacionales: la OTAN, la Convención de Aviación Civil, el Tratado de No Proliferación Nuclear, tratados bilaterales y multilaterales para la extradición, tratados de comercio y navegación que protegen y promueven el comercio y las inversiones en el exterior.

21 de mayo

Archivado En