El terreno de picar
La suerte de varas se hace en Madrid en terrenos del 8-9, frente a chiqueros. No hay normativa al respecto, pero así lo dictan la lógica y la buena afición, cuando se trata de calibrar la bravura del toro. Alejado de su querencia, al toro "le cuesta más" acudir a la pelea con el caballo y, si va, es auténticamente bravo.
Sin embargo, cuando sale el manso no hay motivo para que las cuadrillas pretendan desarrollar todo el tercio en ese terreno. Demasiadas veces se comprueba que el toro rehúye la pelea, y allí siguen todos, perdiendo el tiempo, empeñados en que el toro embista, cuando...
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La suerte de varas se hace en Madrid en terrenos del 8-9, frente a chiqueros. No hay normativa al respecto, pero así lo dictan la lógica y la buena afición, cuando se trata de calibrar la bravura del toro. Alejado de su querencia, al toro "le cuesta más" acudir a la pelea con el caballo y, si va, es auténticamente bravo.
Sin embargo, cuando sale el manso no hay motivo para que las cuadrillas pretendan desarrollar todo el tercio en ese terreno. Demasiadas veces se comprueba que el toro rehúye la pelea, y allí siguen todos, perdiendo el tiempo, empeñados en que el toro embista, cuando más razonable sería cambiarlo de terreno, acercándolo a su querencia. Pero no les entra.