La URSS anuncia que ya ha desparecido el peligro de catástrofe en Chernobil

El jefe del equipo de científicos que evalúa los daños en la central nuclear de Chernobil, Eugeni Velijov, afirmó ayer que "ya ha desaparecido la posibilidad teórica de una catástrofe" en la zona afectada. Velijov calificó de "crucial" la jornada de ayer, debido a que aún "existía la posibilidad de una catástrofe, como consecuencia de la gran cantidad de combustible y grafito que estaba en situación de recalentamiento". "Ahora esa posibilidad ya no existe", dijo el científico, que es vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS y uno de los principales consejeros del líder soviético, M...

El jefe del equipo de científicos que evalúa los daños en la central nuclear de Chernobil, Eugeni Velijov, afirmó ayer que "ya ha desaparecido la posibilidad teórica de una catástrofe" en la zona afectada. Velijov calificó de "crucial" la jornada de ayer, debido a que aún "existía la posibilidad de una catástrofe, como consecuencia de la gran cantidad de combustible y grafito que estaba en situación de recalentamiento". "Ahora esa posibilidad ya no existe", dijo el científico, que es vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS y uno de los principales consejeros del líder soviético, Mijail Gorbachov, en materia nuclear.

Las declaraciones de Velijov, difundidas en la URSS a través de la agencia TASS, confirman lo que hasta hace poco se callaba en Moscú: que aún existía el peligro de una gran catástrofe, tras el accidente ocurrido el 26 de abril. Una nota oficial del Consejo de Ministros soviético había afirmado el sábado que: "la temperatura en el interior del reactor averiado bajó sustancialmente, los que hace opinar a los especialistas que ha concluido el proceso de combustión del grafito".Fuentes extraoficiales, por otra parte, afirmaron que ya son cuatro las víctimas mortales del accidente, mientras que médicos que han atendido a más de 1.000 campesinos que trabajaban dentro de un radio de 28 kilómetros del reactor informaron que tres de ellos han sido hospitalizados con altos grados de radiación.

Lección 'en cadena'

El accidente en la central nuclear de Chernobil ha sido una lección en cadena para la URSS: la energía atómica no es tan segura y barata como en Moscú se creía; y las medidas para solventar el accidente y evacuar a la población fueron improvisadas sobre la marcha y funcionaron descoordinadamente, pese a la existencia de un sistema de defensa civil que, aparte de actuar en caso de guerra atómica, lo hace también, en teoría, en caso de catástrofe. "En la primera etapa había confusión", reconocía el primer secretario del partido en la región de Kiev, Gregori Revenko.

Por si esto fuera poco, la población del distrito de Chernobil fue cogida por sorpresa por la evacuación, pese a que, también en teoría, los ciudadanos soviéticos reciben desde la escuela primaria instrucción obligatoria para eventuales siniestros. En estas instrucciones, que ocupan decenas de horas de clase, se incluye desde cómo colocarse una máscara antigás a cómo lavar la ropa contaminada, pasando por la forma de evacuar una ciudad sobre la que ha caído una bomba atómica: a saber, "en ordenadas columnas de 500 a 1.000 personas".

Un folleto editado por la agencia informativa Novosti en 1980 afirmaba que una central atómica debe distar "al menos 35 kilómetros de la ciudad más próxima". La evacuación de más de 80.000 personas de un radio de 30 kilómetros de la central, entre los que había numerosos campesinos reticentes a dejar el ganado, jubilados y niños, aparte de los trabajadores de la central, pone en entredicho el cumplimiento práctico de las normas existentes sobre el papel.

De creer a la Prensa soviética, la gente llegaba a los alrededores de la central de Chernobil a pasear en los días libres, pues, según el periódico Sovietskaia Rosia, se trataba de una comarca "muy pintoresca". Ésa era una de las razones dadas para el acordonamiento de la zona llevado a cabo por miles de miembros de la policía (Milizia) pertenecientes al Ministerio del Interior.

El acordonamiento comenzó en la madrugada del sábado día 28, y la zona de peligro se amplió primero a 10 y luego a 30 kilómetros.

La evacuación de la ciudad de Pripiat es puesta como un ejemplo de organización por la Prensa soviética, aunque habían transcurrido 37 horas desde el accidente cuando se llevó a cabo y los niveles de radiactividad habían llegado ya a los máximos registrados.

Una de las ideas claves de la defensa civil es que la posibilidad de sobrevivir a una catástrofe está en el comportamiento ordenado y sin pánico. Poner orden y ayudar a las víctimas eran citados como fines de la intervención de la policía en la zona de Chernobil.

Mientras se evacuaba Pripiat, los trenes de pasajeros ajenos a la catástrofe continuaban llegando a la localidad de Ianov (a 18 kilómetros de Chernobil), y tan sólo a partir del 29 de abril se cortó allí el tráfico ferroviario. Si Pripiat (donde residían 25.000 personas) fue evacuada en 1.100 autobuses el día 27 de abril, la evacuación de Chernobil estaba todavía en marcha el 6 de mayo, de acuerdo con un relato aparecido en Pravda. Éste hacía referencia a la operación de desmontaje de un puente improvisado de 200 metros, por el que se había evacuado a la población. Una parte de los habitantes de la zona, especialmente en el campo, se negaba a marcharse. Hubo que convencer, y asegurarse de que en las casas no quedaba nadie.

Los casos de pánico se han presentado como fenómenos individuales, pero los niños de Kiev han sido sacados de la ciudad tras acabar el curso de forma anticipada.

Una idea del grado de descoordinación lo daba el hecho, citado por Izvestia, de que el servicio sanitario-epidemológico encargado de las centrales atómicas no tenía contacto con el que operaba en la central de Chernobil y era responsable del estado de la atmósfera, el agua y el suelo en el territorio de la central.