Iberia decidió ayer a última hora suspender su vuelo a Trípoli

La compañía Iberia decidió en torno a las 13.30 de ayer suspender su vuelo 845 con destino a Trípoli, cuya salida estaba programada para las 12.30. Con este vuelo, la compañía pensaba reanudar el tráfico aéreo con Libia, interrumpido desde el lunes. Un escaso grupo de pasajeros, entre ellos varios ciudadanos libios, esperó durante horas la salida del vuelo.Si bien fuentes de la compañía aseguraron en principio que el vuelo sufriría únicamente una demora no concretada, poco después la propia compañía dio el vuelo por suspendido dada la inseguridad persistente en el espacio aéreo libio. También ...

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La compañía Iberia decidió en torno a las 13.30 de ayer suspender su vuelo 845 con destino a Trípoli, cuya salida estaba programada para las 12.30. Con este vuelo, la compañía pensaba reanudar el tráfico aéreo con Libia, interrumpido desde el lunes. Un escaso grupo de pasajeros, entre ellos varios ciudadanos libios, esperó durante horas la salida del vuelo.Si bien fuentes de la compañía aseguraron en principio que el vuelo sufriría únicamente una demora no concretada, poco después la propia compañía dio el vuelo por suspendido dada la inseguridad persistente en el espacio aéreo libio. También la compañía Lufthansa, de la RFA, decidió suspender su vuelo de ayer con destino a Tripoli por razones de seguridad. Por su parte, la compañía aérea de Malta decidió otro tanto para su vuelo entre La Valetta y Trípoli, cuando unos 150 pasajeros habían embarcado ya en el avión.

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Las tres compañías habían decidido reanudar sus contactos con Trípoli tras la información de la agencia oficial libia Jana, que citaba fuentes del ministerio popular encargado de las comunicaciones y del transporte marítimo, según la cual "los vuelos internacionales y nacionales se habían reanudado con toda normalidad en el aeropuerto internacional de Trípoli".

Por otra parte, la compañía IBM decidió suspender un congreso que tenía previsto iniciar el miércoles en Palma de Mallorca, con asistencia de más de 1.000 empleados de diversos países europeos, por razones de seguridad.

La agencia Reuter informaba ayer, por su parte, que España había suspendido la campaña de promoción que tenía previsto realizar en Estados Unidos debido a la crisis libia. El importe de la campaña se elevaba a 2,7 millones de dólares (más de 400 millones de pesetas). Los temores de los turistas norteamericanos de viajar a Europa, motivados por la crisis libio-estadounidense, han provocado una avalancha de anulaciones de reservas. Aunque el turismo norteamericano en España representa poco más del 2% del total, tiene una alta capacidad adquisitiva.

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