ASEDIO AL PALACIO DE MALACAÑANG

Aquino se proclama presidenta y Marcos se niega a renunciar

RAMÓN VILARÓ, ENVIADO ESPECIAL, La líder de la oposición, Corazón Aquino, tomó hoy posesión a las 10.33 de Manila (3.33 de la madrugada en España) como presidenta de Filipinas en un club privado de Manila, cerca del cuartel Crame, ocupado por los militares sublevados a la órdenes del ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, y el jefe en funciones del Estado Mayor, general Fidel Ramos, que asistieron a la proclamación. Las calles de Manila fueron escenario esta mañana de combates entre fuerzas rebeldes y seguidores de Ferdinand Marcos por el control de puntos estratégicos de la ciudad, como el c...

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RAMÓN VILARÓ, ENVIADO ESPECIAL, La líder de la oposición, Corazón Aquino, tomó hoy posesión a las 10.33 de Manila (3.33 de la madrugada en España) como presidenta de Filipinas en un club privado de Manila, cerca del cuartel Crame, ocupado por los militares sublevados a la órdenes del ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, y el jefe en funciones del Estado Mayor, general Fidel Ramos, que asistieron a la proclamación. Las calles de Manila fueron escenario esta mañana de combates entre fuerzas rebeldes y seguidores de Ferdinand Marcos por el control de puntos estratégicos de la ciudad, como el canal 4 de la televisión, utilizado por los opositores, y el acuartelamiento de Camp Crame, defendido por los seguidores de Aquino.

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En los alrededores del cuartel las tropas leales a Marcos abrieron fuego en una ocasión contra los concentrados y esta mañana pudieron oírse disparos cerca de la casa de Cory Aquino. Hasta el momento se han producido varios heridos.Ferdinand Marcos permanece atrincherado en el palacio presidencial, desde donde anunció que no está dispuesto a abandonar el poder ni a acogerse al asilo político que le ofreció ayer el Gobierno de Estados Unidos. El presidente norteamericano, Ronald Reagan, advirtió al presidente Marcos que debe abandonar Filipinas y renunciar a mantener su régimen por la fuerza.

Los seguidores de Marcos bloquearon los accesos a la capital por las carreteras del norte para impedir la llegada a Manila de más partidarios de los militares sublevados. Una columna de blindados, enviada en la mañana de hoy por el general Fabián Ver para tomar el acuartelamiento de Camp Crame, se pasaron al bando de los rebeldes al aparecer una fuerza de helicópteros para neutralizar su avance. Desde el lunes varios cientos de miles de manifestantes han estado concentrados en los alrededores del cuartel desoyendo el toque de queda decretado por la dictadura.

Marcos tenía previsto tomar posesión como presidente por un nuevo período de seis años algunas horas después de que lo hiciese Corazón Aquino. Marcos había decidido, por su parte, que a la ceremonia de su juramento no serían invitados representantes diplomáticos extranjeros, sin duda porque se preveía un boicó masivo de las cancillerías.

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El jefe de los militares sublevados pide a los soldados de Marcos que desobedezcan las órdenes del presidente

Viene de la primera página"La situación militar está bajo control", repitió ayer por radio y televisión el general Fidel Ramos, a cuyo lado había una imagen de la Virgen María. Ramos declaró ilegales las órdenes de Marcos, al tiempo que anunciaba nuevas deserciones de tropas leales al presidente.

"Desobeded las órdenes ilegales", pedía esta madrugada el general Fidel Ramos a las unidades de elite que seguían atrincheradas en Fort Bonifacio, y que amenazaban con atacar a los sublevados del cuartel Crame. "Si venís hacia nosotros seréis bien recibidos en nombre de todo el pueblo filipíno", era el mensaje a los soldados. Parte de esa unidad de elite se anunció posteriormente que se había pasado a las filas de los sublevados.

La incógnita, sin embargo, era saber en qué momento acabaría el pulso militar, con ribetes de carnaval, entre los seguidores de Aquino y los partidarios de Marcos, de cuyo desenlace depende el futuro de los congregados en el denominado poder del pueblo, que no ceden en su intento de acabar con 20 años de dictadura.

Frente al optimismo de los sublevados, algunos observadores señalaban ayer que cada parte en el conflicto controla el 50% de las fuerzas armadas, si bien Marcos podría disponer de más fuerzas en Manila que los rebeldes. Los acuartelamiento s de la capital se considera que iban a ser decisivos en las próximas horas para decidir la caída de Marcos. Las dudas se refieren principalmente a la fuerza aérea, que Marcos decía ayer que controlaba, mientras los subleva dos anunciaban que dos escuadro nes se habían sumado a la rebelión, entre ellos 800 hombres procedentes de la base aérea norteamericana de Clark.

Huidos y detenidos

Esta madrugada fuentes de los sublevados aseguraban que habían ocupado el aeropuerto de Manila, para impedir la huida de Marcos y su familia. Asimismo, según el periódico pro Marcos Bulletin Today, ayer abandonó precipitadamente Filipinas Benjamín Romuáldez, cuñado de Marcos, ex embajador en Washington y gobernador de la provincia de Leyte. Romuáldez huyó a Guam con su familia a bordo de un avión privado. Fuentes de la compañía aérea estatal informaron que otro íntimo colaborador de Marcos, Arturo Pacificador, fue detenido cuando intentaba abandonar el país. Otro detenido que intentaba huir fue el ministro de Información, Gregorio Cendana.

A medida que avanzaba la noche, la tercera desde que comenzó la revuelta encabezada por el general Ramos y el ministro Enrile, la tensión popular crecía en Camp Crame y sus alrededores, donde decenas de miles de filipinos con velas rezaban plegarias, se alimentaban con improvisadas comidas y bloqueaban los accesos de la avenida de los Santos con barricadas de sacos de tierra y atravesaban autobueses y camiones.

Estados Unidos, según se comentaba ayer en medios de la oposición, tenía preparados en la base aérea de Clark, a cien kilómetros al norte de Manila, dos aviones militares, Boing 707, con una autonomía de vuelo capaz de transportar a Marcos, a sus familiares y a sus más próximos colaboradores, a EE UU, sin escalas.

Las emisoras de radio y la televisión controladas por la oposición difundieron durante todo el día el comunicado de la Casa Blanca para solicitar que Marcos abandonara el poder y anunciaban la próxima llegada a Manila del enviado especial de Reagan, Philip Habib. La Embajada norteamericana en Manila procuró durante todo el día ayer que este mensaje del presidente Reagan fuera conocido en todo el país, especialmente entre los militares que todavía seguían leales a Marcos.

Por otro lado, 35 cazabombarderos norteamericanos estacionados en la base de Clark fueron trasladados a la base japonesa de Okinawa. Sin hacer comentarios sobre los motivos de esta decisión, un portavoz norteamericano precisó que el traslado se había iniciado el sábado y había sido completado ayer lunes.

En las calles de Manila, donde el toque de queda no parecía tener demasiado efecto, nadie se atrevía a hacer pronósticos sobre la caída de Marcos. Sobre todo después del golpe de teatro de la mañana del lunes, cuando Marcos ofreció una conferencia de Prensa por televisión, en su despacho presidencial, acompañado de su familia y sus mandos militares, mientras las emisoras de la oposición y los militares sublevados anunciaban triunfalmente el derrocamiento del dictador y daban por segura su salida del país.

Por su parte, en el canal 4 de la televisión, ahora bajo control del poder del pueblo, los dirigentes de la oposición, periodistas, y sobre todo el general, Fidel Ramos y el ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, contaban con el eficaz medio de la imagen para difundir su revolución pacífica a todo el país.

El canal 4, que pocas horas antes había pasado de la dictadura al bando sublevado, mostraba también los testimonios de militares que iban desertando de las filas de Marcos y se pasaban a las de la oposición. En esa guerra de la imagen el Gobierno había conseguido neutralizar el canal 7, uno de los más aperturistas bajo el régimen de Marcos, que siguió sin emitir en toda la jornada del lunes.

Por primera vez la voz y la imagen, el testimonio y las consignas de la oposición -difundidas sólo por radio Veritas durante las primeras horas de la rebelión militar, voz que fue acallada por partidarios de Marcos con la voladura de sus emisores posteriormente restablecidos- pasaban directamente la barrera del área metropolitana de Manila hacia el resto del país, donde militares y ciudadanos parecían estar pendientes de lo que pasara en Manila antes de inclinarse definitivamente a un lado de la balanza.

Rosarios, vírgenes, sotanas

"Tener el control del canal 4 es la mejor prueba de que vamos a la victoria final", decían en la sede de Cory Aquino, donde todo el mundo hablaba ya de la "presidenta".

A medida que la revuelta pacífica iba avanzando, -con el aeropuerto internacional de Manila abierto, pero sin apenas tráfico de entrada o salida-, quedaba patente que la movilización popular, en un ambiente de fe, capaz de mover montañas, con rosarios, vírgenes y sotanas al estilo polaco, pero bajo un clima tropical, fue el factor clave para frenar a Marcos de una aventura militar que hacía temer miles de víctimas en caso de producirse.

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