Científicos norteamericanos alivian los síntomas de una enfermedad nerviosa mediante la purificación de la sangre

Médicos de la clínica Mayo, de Minnesota, anunciaron ayer que están usando una técnica de purificación de la sangre para combatir con éxito, al menos temporalmente, algunos síntomas de una grave enfermedad del sistema nervioso que suele provocar incapacidad física progresiva e incluso puede llegar matar al enfermo.Los médicos creen que esta enfermedad, la polirradiculoneuropatía demielinizante, una afección inflamatoria crónica de los nervios periféricos, uno de los grupos más frecuentes de enfermedades de los nervios periféricos, se produce cuando el propio sistema inmunológico del cuerpo ata...

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Médicos de la clínica Mayo, de Minnesota, anunciaron ayer que están usando una técnica de purificación de la sangre para combatir con éxito, al menos temporalmente, algunos síntomas de una grave enfermedad del sistema nervioso que suele provocar incapacidad física progresiva e incluso puede llegar matar al enfermo.Los médicos creen que esta enfermedad, la polirradiculoneuropatía demielinizante, una afección inflamatoria crónica de los nervios periféricos, uno de los grupos más frecuentes de enfermedades de los nervios periféricos, se produce cuando el propio sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye el recubrimiento de mielina de los nervios.

Los síntomas se concretan en debilidad muscular, que puede llevar a la invalidez e incluso a la muerte cuando afecta, por ejemplo, a los músculos del sistema respiratorio.

Para comprobar si algún componente de la sangre contribuía a la enfermedad, los médicos de la clínica Mayo, de Minnesota, una de las de mayor prestigio en el campo de la neurología, dirigidos por el doctor Peter James Dyck, reemplazaron gradualmente el plasma sanguíneo de 15 enfermos que se habían presentado como voluntarios.

Mejoría no permanente

Tres semanas después del tratamiento, al menos 5 de los 15 tenían sus nervios parcialmente recuperados y sus músculos habían recobrado su fuerza. La mejoría, sin embargo, no fue permanente, y dos semanas después del tratamiento los enfermos empezaron a recaer.Los investigadores, que han publicado sus resultados en el New England Journal of Medecine, admiten que no conocen cuál de los elementos de la sangre contribuye a la mejoría de los enfermos, ni tampoco la razón por la que unos pacientes mejoraron y otros no, aunque esperan que por este camino consigan encontrar una cura a esta enfermedad nerviosa relativamente común.

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