'JAZZ'

El as de bastos

Benavent y Amargós, Amargós y Benavent, han venido a Madrid a presentar su último disco, As de copas. Un anuncio de ahora dice que, tratándose de copas, siempre hay un tercero, y aquí el tercero fue Jorge Pardo, a la flauta, y los saxos tenor y soprano.Carles Benavent toca el bajo eléctrico y lo hace con tanta técnica y velocidad que supera al guitarrista más pintado, incluso en temas flamencos, como una especie de versión por bulerías del Kentucky fried chicken. Tanto con el plectro como con los dedos consigue un sonido muy característico, tan grueso y rotundo que más que el dos...

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Benavent y Amargós, Amargós y Benavent, han venido a Madrid a presentar su último disco, As de copas. Un anuncio de ahora dice que, tratándose de copas, siempre hay un tercero, y aquí el tercero fue Jorge Pardo, a la flauta, y los saxos tenor y soprano.Carles Benavent toca el bajo eléctrico y lo hace con tanta técnica y velocidad que supera al guitarrista más pintado, incluso en temas flamencos, como una especie de versión por bulerías del Kentucky fried chicken. Tanto con el plectro como con los dedos consigue un sonido muy característico, tan grueso y rotundo que más que el dos de copas parece el as de bastos, dicho sea sin ánimo de ofender.

En esta ocasión el guitarrista fue Jordi Bonell, que no se arredró ante el virtuosismo del líder y le hizo muy bien el complemento, tanto con la española como con la eléctrica. Toca Bonell una Fender, que es instrumento rockero y hendrixiano, o sea que para él está resuelto el viejo problema de las fronteras estilísticas y las etiquetas musicales.

Concierto de Carles Benavent y Joan Albert Amargós

Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 24 de enero de 1986.

El concierto del viernes tuvo altibajos. Lo mejor fue una balada, Angie, tan delicuescente y espesorra que parecía francesa. En este tema, Amargós consiguió con un teclado no ya sonar como una armónica, sino incluso frasear como una armónica. Otro buen momento fue una introducción larga de Jorge Pardo a la flauta, sin acompañamiento. Bueno, con el acompañamiento de los ruidos que metia el equipo de amplificación.

He dicho con anterioridad que los instrumentos electrónicos no me parecen ni más ni menos artificiales que los otros. Pero hay que reconocer que los electrónicos dan más la lata; requieren muchos más cacharros para sonar, y al final siempre hay problemas. Normalmente, el batería toca fuerte y lo tapa todo.

Pero el batería de esta vez, Salvador Font, no tuvo su noche y estuvo poco enérgico, como sin ánimos. Total, que en los temas en que no había batería por el sonido, y en los que había batería porque había batería, aquello no acabó de salir del todo bien.

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