Entrevista:

Anexa, SA, gestiona el 60% del teatro privado español

"Antonio Albadalejo y Antonio Coll, al servicio del espectáculo". Así se les conocía a comienzos de los años setenta. Eran muy jóvenes: Coll, el mayor, aún no había cumplido 20 años. Ambos vivían en Cardedeu (Barcelona) y tenían su oficina en una pequeña habitación de la casa de los padres de Coll. Organizaban representaciones de teatro independiente, pequeñas giras, montaban recitales de cançó... Hoy son, con Pere Saboya, Anexa Espectacles, SA, la firma de management, promoción y producción de espectáculos teatrales y musicales más importante de España. En 1985 han intervenido contratos por v...

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"Antonio Albadalejo y Antonio Coll, al servicio del espectáculo". Así se les conocía a comienzos de los años setenta. Eran muy jóvenes: Coll, el mayor, aún no había cumplido 20 años. Ambos vivían en Cardedeu (Barcelona) y tenían su oficina en una pequeña habitación de la casa de los padres de Coll. Organizaban representaciones de teatro independiente, pequeñas giras, montaban recitales de cançó... Hoy son, con Pere Saboya, Anexa Espectacles, SA, la firma de management, promoción y producción de espectáculos teatrales y musicales más importante de España. En 1985 han intervenido contratos por valor de más de 100 millones de pesetas y controlan un 60% del teatro privado.

Pregunta. ¿Cómo empezasteis a interesaros por el mundo del espectáculo?Respuesta. En los últimos años del franquismo -dice Toni Coll- había en Cardedeu una fuerte actividad cultural. Teníamos el Grup d'Amics del Teatre (GAT), que organizaba representaciones de los espectáculos teatrales más interesantes que se estrenaban en Barcelona; teníamos un cineclub, un grupo de teatro de aficionados -al que yo pertenecía-. Un buen día llegó a Cardedeu Frederic Roda, hijo, -y nos dijo que había que moverse todavía más. Roda había estrenado en Barcelona En Josepet de Sant Celoni y nos propuso a mí y a Toni Albadalejo que le llevásemos la gerencia del espectáculo. Aceptamos e hicimos incluso una gira por algunos pueblos. Salió bien. Al principio, todo fue el resultado de un contacto entre amigos. Conocíamos a tal grupo a raíz de su actuación en Cardedeu (como es el caso de Dagoll-Dagom, que nos había mostrado su No hablaré en clase), y éste, del modo más natural, nos proponía que le organizásemos una gira o nos ocupásemos de la gerencia. Nuestro primer trabajo importante nos salió como consecuencia de nuestra amistad con Dagoll-Dagom. Este trabajo consistió en encargarnos el estreno de Antaviana en Palma'de Mallorca, trabajo que realizó Albadalejo, que hacía precisamente la mili allí.

Crecimiento

P. Y llega un momento en que abandonáis vuestros respectivos empleos y os profesionalizáis.R. Sí. llegó un momento -dice Toni Albadalejo- en que el trabajo que nos encargaban nuestros amigos se nos hizo incompatible con nuestros respectivos empleos y decidimos profesionalizarnos.. Además, nos dimos cuenta de que no existía en el mercado la figura del manager de grupos de teatro independiente. La había, sí, en el campo del teatro profesional o comercial (tal era y es el caso de Ricard Ardevol, por citar un ejemplo), pero no en el teatro denominado entonces independiente. Así que en el mes de octubre de 1978 creamos Anexa Serveis Teatrals y nos instalamos en un local más amplio, en el carrer Baix, de Cardedeu.

P. ¿Cuáles son los primeros espectáculos que lleváis?

R. Pues, al margen de Antaviana -cuenta Toni Coll-, puedo citarte el grupo La Claca, con Calaix de sastre y Mori el Merma! Este último lo llevamos ¡desde Cardedeu! hasta Australia, al Adelaide Festival; el grupo El Teatri (Llespantu), el Tossal Teatre (D`aqtá a cent anys, tots calvos), Mercè Bruquetas, Albert Vida] (El bufó, Llaperitiu), Els Joglars (Laetius), el Teatro Fronterizo (La noche de Molly Bloom)... También organizarnos, junto con Ricard Ardevol, la gira de la Terra baixa de Majó...

P. Y en ésas llegan las orquestas y el teatro infantil...

R. Yo -dice Pere Saboya, el mayor de los tres, 36 años- era manager de un grupo musical. En realidad llevaba 14 años metido en el mundo de los grupos. Al terminar la mili me llegó la onda de que Toni Coll estaba en eso de los grupos teatrales. Y aunque cada cual se movía por circuitos distintos, le propuse (Toni y yo somos parientes) unimos. Entonces surgió Si Bemol, al margen de Anexa, para no despistar a los clientes de los Tonis, aunque más adelante nos fusionaríamos, tal y como seguirnos ahora.

En cuanto al teatro infantil -dice Toni Albadalejo-, al cabo de dos años de inaugurar Anexa contábamos en el catálogo con más de 30 grupos de ese tipo de teatro. Logramos, y estamos muy orgullosos de ello, cambiar la imagen de Paulovsky. Lo sacamos de los locales en los que habitualmente solía actuar (salas de fiestas, cabarés) e hicimos que lo contratasen los ayuntamientos. Si Bemol, nuestro departamento de música, abastecía de orquestas y grupos musicales a todas las fiestas mayores de Cataluña, así como a las de Salamanca, Bilbao, San Isidro (Madrid), Valencia, Zaragoza... Crecíamos. En nuestro catálogo figuraban Andalucía amarga, Bent, el mimo Stewy, Olympic man, Ñaque, Nit de Sant Joan... y un buen apartado de espectáculos internacionales.

Importaciones

P. Los contactos internacionales se iniciaron en CardedeuR. En efecto; desde allí -dice Toni Albadalejo- mandamos a La Claca a Australia, y también mandamos a Távora (La Cuadra, Andalucía amarga) a Italia y Alemania. Pero también llamábamos nosotros, contratando espectáculos. Llamamos y contratarnos a Dario Fo, a la Chaplin, al Magic Circus... llamábamos y nos decían: "¿Cómo dice? ¿Cardedeu? ¿Y dónde está eso?". Algunos de los grandes managers europeos (Newman, Julio Álvarez..., hoy buenos amigos nuestros) se acercaron a Cardedeu... Por aquel tiempo, llevábamos ya por España al grupo Mummenschanz, al Ballet Nacional de Cuba, a Django Edwards, a Macunaíma, al Piccolo Teatro de Milano, al Teatro Daggide, a Tadeusz Kantor, al Living Theatre, a los Colombaioni, a Héctor Malamud... Fue entonces cuando organizamos nuestro primer Memorial Xavier Regás (Romea) como empresarios.

P. Y terminasteis por instalaros en Barcelona...

R. Necesariamente. Todos los espectáculos, todos los contactos, los teníamos en Barcelona. Cardedeu se nos había quedado chico, pero manteníamos las oficinas en el carrer Baix. Llegarnos a Barcelona, alquilamos unas oficinas en lo que había sido el Windsor.

P. Y en 1985 os marchasteis del Windsor, de la Diagonal, a la calle Diputación, y ahora estáis en la calle Diputación, en unos locales propios. Dicen que sois los dueños tanto del teatro que nos llega de fuera como del de aquí, que se reparte por España y fuera de ella...

R. Controlamos, es cierto, un 60%, pongamos un setenta y pico por ciento, del teatro que se cuece en España y algo más de un 80% o un 90% del que nos llega de fuera. Siempre como empresa privada, ojo, pues no podemos ni intentamos competir con ministerios y otros tinglados, autonómicos o no, aunque llevamos tiempo sirviéndoles, y bien.

P. En realidad, sois la única alternativa que hay en España, o la más sólida, al teatro público. ¿Cómo veis la relación teatro público / teatro privado?

R. Pienso que cuando se termine el dinero público, cuando los políticos dejen de subvencionar al teatro, éste se acabará irremisiblemente -dice Toni Coll- El teatro morirá cuando los políticos quieran. Pero mientras tanto, antes de que le den la puntilla (que no se la darán, porque para ellos, los políticos, es una manera como otra de salir en la foto, como la Espert junto a Pasionaria y/o a Tamayo, que todo es espectáculo), bueno sería que el dinero de la Administración, que llega del ministerio, de los ministerios; de las autonomías, diputaciones, ayuntamientos, al teatro, se equilibrase con el que llega (cuando llega) de las taquillas, de la calle. Hace algún tiempo que vamos detrás de un teatro en Barcelona -dice Toni Coll-; un teatro en el que podamos establecer una programación alternativa, un espectáculo al mes. Espectáculos nuestros o no; espectáculos que llevásemos nosotros, en los que hubiésemos puesto el dinero, una fórmula de producción o de coproducción, a la que estamos acostumbrados desde hace tiempo. O no. Y junto a ese teatro, a la gerencia del mismo, a su programación, establecer una asociación de espectadores.

P. ¿Como en Alicante?

R. Eso mismo, como en Alicante. A mí siempre me asombra -dice Toni Coll- ver en el teatro de Alicante aquel cartel que dice, más o menos: "No se admiten más socios por...". Porque ya no cabe nadie más. Se le ofrecen al socio 10 o 12 espectáculos al año: Boadella, El Tricicle, Gómez, La Cuadra... Y hay bofetadas para entrar. El teatro, en Alicante, es algo así como el Barca en Cataluña. Y eso es bueno. Y creo que en otras ciudades debería ocurrir otro tanto.

P. ¿Habéis encontrado en Barcelona ese teatro?

R. No. Fuimos detrás del Barcelona, en vida de Lusarreta, se nos ofreció el Calderón (aunque no nos interesaba; era, dicen, y lo creemos, un teatro maldito ahora estamos coproduciendo el espectáculo del teatro Condal. ¿El Victoria? No. Es demasiado teatro. Tal vez dentro de tres años tengamos espectáculos para llenarlo (1.200 localidades).

P. Por último, ¿qué es lo que va a entrar próximamente en España o, dicho de otro modo, qué nos traéis para este año?

R. Después del boom de Pina Bausch, sobre todo en Barcelona, y, además, harto comprensible, danza, danza y más danza. De gran calidad. ¿Qué más? Pues puedes apuntar The Brass Band Show (pensábamos llevarlo ya para el Regás de este año, pero al final creímos que sería demasiado comercial). La Mnouchkine, con sus Shakespeare; Kantor, con ¡Que revienten los artistas! y el nuevo Paulovsky, el nuevo Tricicle y el nuevo Dagoll-Dagom, The Mikado, la opereta de Gilbert and Sullivan que se estrena, en mayo o junio, en Palma de Mallorca- Y el nuevo Dario Fo, y...

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